La semana pasada platicamos en Pesos y Centavos sobre el precio del petróleo y como afectaba o podría potencialmente afectar nuestra cartera. Hoy toca el turno de analizar la relación del peso y su cotización frente al dólar, que no es cosa menor para todos nosotros, aun incluso para quienes sin tener un solo dólar en la cartera, en cuentas de banco o inversiones ya que nos podemos ver indirectamente beneficiados o afectados tanto cuando sube como cuando baja.

La relación del valor de una moneda ante otra es una vez más determinada por la ley de la oferta y la demanda.  Si el mercado está demandando pesos entonces ante la demanda el peso se fortalece, pero si estamos cambiando u ofertando pesos para convertirlos en dólares pues entonces el peso de cae y se fortalece el dólar con respecto a esta relación entre estas monedas.

¿Pero qué detona esta situación de mayor o menor demanda de una moneda? Bueno en realidad pueden ser varias pero quisiera citar ejemplos comunes y sobre todo algunos de los que hoy están determinando que el peso esté tan bajo en su cotización con respecto al dólar.

La demanda por bienes producidos en México, la inversión en industrias y empresas mexicanas ya sea directa o indirecta, esta última hecha comúnmente vía la bolsa de valores, hace que los extranjeros compren pesos. Por ejemplo, supongamos que un norteamericano quiere comprar cobre producido en México, lo primero que tiene que hacer es comprar pesos para pagar a la minera en nuestro país, aunque en realidad muchas veces el consumidor final nunca ve o hace esta operación de cambio de divisa.  Pongámoslo al revés, cuando compramos un coche japonés jamás hemos ido primero a cambiar pesos por yenes, sin embargo la operación se da y en algún momento alguien tuvo que hacer el pago en la moneda de curso en Japón.

Por otro lado la tasa de referencia que fija el Banco de México es factor fundamental que puede influir mucho en el valor de nuestra moneda con respecto otras, entre ellas la de Estados Unidos.

Hay que recordar que el dinero siempre debe buscar rendimiento, de hecho el mejor rendimiento posible expresado en una tasa de retorno o de interés. Esta regla es aun más importante para los grandes inversionistas internacionales como los fondos de pensión y las aseguradoras entre otros. Si México es una economía estable y con una tasa atractiva, en épocas de certidumbre económica mundial los capitales sacarán su dinero de países  desarrollados donde la tasa es más baja que en nuestro país y pueden traerla aquí o a otros países emergentes en similares circunstancias que las de México.

¿Entonces cuál de estos factores está determinando la baja del peso mexicano? Primeramente que el mundo está en una etapa de poco crecimiento y las expectativas de recuperación no se ven en el corto plazo.  Ante estos escenarios el capital, particularmente el llamado golondrino que está en la bolsa, vuela y se refugia en el lugar más seguro que hay para poner su dinero: Estados Unidos, donde se comienza a comprar papel gubernamental o algunas acciones que pudieran considerarse seguras para dejar el dinero con bajas ganancias pero sin correr riesgos. Como verás lo que sucede cuando pasa esto es que los pesos se convierten en dólares cuando el inversionista regresa a Estados Unidos.  Esto aunado a que la tasa en México sorpresivamente bajó en junio ante la necesidad de apoyar el crecimiento de la economía nacional, lo que la hace menos atractiva con respecto a otros países y particularmente en estas épocas, frente a Estados Unidos.

Esperando que haya sido este planteamiento comprensible en lo general, hago las siguientes consideraciones de los ganadores y perdedores de la situación actual y algunos consejos con respecto a la relación peso dólar para tu cartera:

  1. Exportadores felices. Los que más pudieran ganar con respecto a la depreciación del peso son los exportadores. La razón es que sus productos se abaratan en el extranjero, particularmente en Estados Unidos que es destino de más del 80 por ciento de nuestros productos.
  2. Deudores en dólares sufriendo.  Para las empresas que han obtenido créditos en dólares la situación actual puede ser bastante apremiante, toda vez que sus pagos mensuales se incrementan en la misma medida que se deprecia el peso.
  3. Productos importados a la alza. Para los consumidores la actual paridad peso dólar puede resultar en el alza de precios de algunos bienes importados de consumo habitual.
  4. No corras a comprar dólares.  Te recomiendo no trates de especular con la cotización del dólar apostando a que si compras dólares tendrás una posible ganancia si se aprecia más su valor con respecto al peso. Primero porque es muy volátil la paridad cambiaria y por otro lado porque la diferencia entre precio de compra y precio de venta te hará muy complicado ganar aun si se sigue debilitando el peso.

Los mercados de divisas son cambiantes y los ajustes entre ganadores y perdedores se dan de manera constante, pero para quienes no somos jugadores directos en este juego si es importante saber que se trata de algo que de una forma u otra puede tener un impacto en nuestras finanzas personales.

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