Pocas cosas suelen ser tan agradables en la vida como un sueño reparador, acompañado de la oportunidad de soñar en colores aquellos deseos y propósitos que nos han acompañado por largos trechos en nuestra vida. Sobre todo, son necesarios y se agradecen para amortiguar la realidad que vivimos cotidianamente, la cual destaca por sus tonos grises.

Esta fotografía me hace pensar en los sueños de esta mujer quien literalmente los hila en aquellos colores que quisiéramos siempre para este México nuestro. Parece una casualidad, pero son resultado de la suma de hilos individuales que se unen en un tejido  común,  lleno de propósitos.

Tejer fino es un talento valioso e importante y hacerlo con voluntades de muchos colores lo es más, en especial para darle forma y realismo a los sueños de mucha gente en diversos ámbitos, quienes después de un sueño reparador, trabajan con ahínco y dedicación en favor de este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

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