¿Acaso no destruimos a nuestros enemigos cuando los hacemos nuestros amigos?
Abraham Lincoln.


El primero en comparar adversarios políticos con sicarios fue el presidente López, el lunes 22 de junio declaraba, a propósito de los actos violentos en Celaya y las amenazas de José Antonio Yépez, el Marro, por la detención de sus familiares: “son expresiones que todos los que se ven afectados en sus intereses las manifiestan, guardadas las proporciones, son como las manifestaciones que se hacen en contra del gobierno, (...) nosotros no podemos permitir que se caiga en la anarquía, en el desorden, y mucho menos en que se pierdan vidas humanas”.

Falderillo, como siempre, su intelectual orgánico, John Ackerman siguió su ejemplo y en el marco del atentado contra Omar García Harfuch el pasado viernes bramó: “Este video demuestra que el ataque contra @OHarfuch fue una acción coordinada del crimen organizado en contra del gobierno de @Claudiashein y la #4T.

Los sicarios del narco son la contracara del sicariato mediático.

Buscan desestabilizar a toda cosa.”

El video muestra sicarios disparando contra Harfuch.

En ninguna parte puede apreciarse ni a Felipe Calderón ni a algún otro adversario de la Cuarta, no hay periodistas, no hay empresarios ni tampoco profesionistas que aspiren a más de un par de zapatos con su salario neoliberal. Solo hay metralla. Tampoco se puede leer ninguna consigna contra el presidente, solo hay balazos y no se ven abrazos por ninguna parte. Hay violencia, mucha violencia, mucho odio convertido en balas, muchas ganas de matar.

No sé qué vería Ackerman, pero creo y respeto firmemente su derecho a escupir sandeces, ¡viva la libertad!, pero vale la pena preguntarse, ¿cómo se hubieran sentido los partidarios del lopezobradorismo si hubiesen sido comparados con sicarios durante los años de “lucha social”?, ¿qué pensarían si, frente al imaginario colectivo de que Calderón pactó con el Chapo, se asociaba a los seguidores de López a los Zetas, por ejemplo?...

Lo que hacen en la Cuarta es bajísimo, ni siquiera Peña, Calderón o Fox se atrevieron a semejante miseria ¡y eso ya es mucho decir!

No veo a ningún colega descuartizando, desollando, castrando, violando, decapitando, colgando, enterrando, desangrando, amenazando o mutilando a un ser humano.

Quizá en Estados Unidos o en Europa, una declaración así habría sido aplaudida en su retórica: “sicario mediático” se escucha bonito, se siente fuerte, con “autoridad moral”, con el detalle, claro está, de que en aquellos lares no sufren violencia como la sufrimos en México, allá no descuartizan todos los días, allá no les disuelven cuerpos por tres mil pesos.

Pregunten a los familiares de las víctimas que buscan sus restos, con una pala y un cepillito, en las cientas de fosas clandestinas del país, si los sicarios que les arrebataron a sus seres amados portaban una cámara y una pluma o un cuerno de chivo.

El narco es un enemigo común, en el gobierno casi todos son muy pequeños para entenderlo, empezando por el presidente.

Ni el Mencho, ni el Marro ni el Mayo se van a detener frente a pactos políticos. Ellos no son de derechas o de izquierdas… Eso sí, hay gobiernos, de derechas o de izquierdas, que se vuelven narcos.

De Colofón

La UIF ha bloqueado decenas de cuentas al Marro, dificultando su operación y debilitando al cártel, algo similar han hecho con el CJNG… ¿Y la FGR qué ha hecho?

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