No hay duda de que reconocer que algo está mal es el principio de un gobierno transparente y preocupado por los ciudadanos, pero, cuando éste no lo hace, se corre el riesgo de que el cáncer llegue hasta los huesos.

Nosotros como representantes populares debemos entender que nuestra primera encomienda es resolver las problemáticas que aquejan a la sociedad. Esa es la esencia de quien se debe en un cargo otorgado por la ciudadanía. Para esta Fracción Legislativa Independiente que representa una parte de la sociedad queretana no queda duda de que en Querétaro algo anda mal en materia de Seguridad Pública y Prevención del Delito.

Si bien la procuración de justicia ha dado avances en materia legislativa y de implementación de nuevos modelos y sistemas como las fiscalías autónomas, la prevención y seguridad a cargo de los tres niveles de gobierno han presentado enormes deficiencias que tienen a la población de Querétaro con el “Jesús en la boca”.

Es por ello que ante la incapacidad de a quienes la ciudadanía les ha dado la confianza de estar al frente de sus bienes y servicios, se actualiza el clamor ciudadano, escuchado hace unos años de: “si no pueden, ¡renuncien!”, donde en casos como el de Marcos Aguilar Vega, un reciente y relumbrado político de la “nueva era”, en cuya campaña se basó en la efectividad de resultados, las críticas sobre lo que se hacía mal en perjuicio de los bienes de los ciudadanos, en fenómenos naturales como las inundaciones o fenómenos de época como la inseguridad, se ufanaba de presumir y prometer acabar con esos rezagos, señalando que su gobierno será transparente y cercano al sentir ciudadano.

A dos años de lo prometido, vemos con tristeza que resultó ser más de lo mismo, derribando toda esperanza ciudadana en un cambio verdadero.

Los recientes acontecimientos donde, en el colmo de los colmos, los ciudadanos se enteran de que ya ni quienes nos protegen —los policías— están seguros, después que se perpetró un robo de armas de fuego, propiedad de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, resultan preocupantes no sólo por el hecho mismo, sino por que, en el recurso de transparencia que brinda la Fiscalía General, nos enteramos que ni siquiera se sabe cuántas armas, porque apenas se hará un censo, registro y revisión, anunciados por el propio Secretario de Seguridad Pública Municipal; y que, como muchos suponemos, más de 26 elementos estarán sujetos a revisión por no haber prevenido el delito, o bien, hecho o aplicado adecuadamente los protocolos de seguridad para el caso, asunto incluso reconocido por el propio Secretario de Seguridad Ciudadana Estatal. Imagínense si roban a quienes tienen la obligación de protegernos ¿quién realmente nos va a cuidar?

Por ello, algunos ciudadanos hemos hecho un enérgico llamado no solamente a Marcos Aguilar Vega, quien tiene la obligación y, además, está ahí gracias al respaldo popular que le dio la gente para administrar sus bienes, situación que NO ha cumplido, luego que nos enteramos que igual roban patrullas y armas como defraudan con concesiones que no se dan o aplicación errónea de justicia, autoritarismo y mala ejecución de obras y proyectos de sus colaboradores, nombrados por él, como en los casos de la Alameda Hidalgo y Ezequiel Montes, sino que este llamado y exigencia sean también para los regidores de todos los partidos (PAN, PRI y Morena, no sé si haya otro), que integran el H. Ayuntamiento, cuya “H” a veces dudamos que siga correspondiendo a “Heroico u Honorable”, pues parecería más un asunto de flojera.

El que señalen claramente en favor de los ciudadanos si ellos mismos pueden o no cumplir con sus obligaciones, como lo sería llamar a cuentas al propio alcalde y a miembros de su gabinete, para que dé la cara a la “representación ciudadana de la que gozan”, y soliciten las explicaciones que los ciudadanos en los corrillos y en uno que otro medio de comunicación exigen. ¿Qué pasa con esas obras públicas insensibles y con total falta de planeación? ¿Qué pasa con las obras que señalaron acabar con inundaciones de acuerdo con un plan estratégico, hecho en colaboración con la propia Universidad? ¿Qué pasa con la seguridad y la prevención del delito por parte de nuestros cuerpos policiacos? ¿Qué pasa con las concesiones, compras y obras fallidas que sólo alientan la corrupción? Y en caso de que no puedan, que con la cara en alto rindan cuentas a los ciudadanos y se retiren dignamente.

Todo lo anterior evidencia claramente que el municipio está fallando y que el presidente municipal está fallando. Convoco a los representantes populares, para que llamen a rendición de cuentas, los diputados no podemos llamar a rendición de cuentas al alcalde, pero los regidores sí y, si no lo hacen, serán cómplices de esta administración fallida.

Diputado local independiente.
dip.carloslazaro@gmail.com

Google News