A su llegada de Cuba AMLO informó su decisión de contratar a 500 médicos cubanos que vendrán a México a “reforzar el sistema de salud”, que cuenta con más de 50 mil médicos desempleados.

Aún y cuando se desconoce qué hicieron y cuánto se les pagó a los 585 dizque médicos cubanos que vinieron, de abril a julio de 2020, contratados por Claudia Sheinbaum, para atender la pandemia, y que ante su inactividad, ignorancia e inexperiencia, surgieron quejas y reclamos de los médicos y enfermeras en los hospitales Covid, y que fueron acalladas con la amenaza de correr a quienes hablaran del tema.

Y es que aunque el mito de la avanzada medicina cubana se utiliza como propaganda para apoyar al régimen cubano, hasta ahora, como lo señaló el senador panista Julen Rementería, no hay un solo certificado que avale que uno solo de ellos sea médico.

La realidad es que se pagan $145 mil pesos por cada médico, cuando en realidad la gran mayoría de ellos tienen estudios truncos de medicina o enfermería, o son personas que tienen cursos de cuidadores o de ayudantes de enfermería, pero pasan por médicos porque recetan siempre lo mismo para cualquier mal.

Son fundamentalmente los países miembros o simpatizantes del nuevo marxismo o del socialismo del siglo XXI, quienes financian a la dictadura castrista, vía los médicos, con varios propósitos, como se demostró en el caso de Bolivia: una parte muy importante de ellos se dedica a recabar información de inteligencia para el gobierno cubano y otros hacen tareas de organización y adoctrinamiento social, en apoyo de los gobiernos contratantes como el de Evo, Maduro, Ortega, por citar solo algunos. En su momento, los gobiernos de Brasil, Bolivia, Ecuador y El Salvador, expulsaron a dichos médicos.

Se acusa al gobierno cubano de “trata de personas” por el uso de los “médicos” cubanos ya que es la fuente más importante fuente de divisas de la dictadura. Ninguna actividad comercial les reditúa más que exportar “médicos”. En 2015 los cubanos exportaron a 50 mil dizque médicos. Sus ingresos por este concepto ascienden a más de $11 mil millones de dólares.

Y es que mientras en Cuba el salario promedio mensual es de 32 dólares, el gobierno Cubano se queda con el 80% de lo que cobra por cada “médico”, y da a las familias de ellos el 10% mientras están fuera; y el resto a su regreso. Esto es, la clase dorada, la clase con mayores ingresos en Cuba es la de quienes “trabajan” como “médicos”, aunque no lo sean.

El gobierno cubano es consciente de que la mayoría no son médicos ni enfermeras, pero cobra como si todos lo fueran. También los gobiernos amigos lo saben. Y pagan tanto por los servicios de salud, como por las tareas “complementarias” que estos realizan.

A la caída del régimen comunista de la URSS, cuando Cuba dejó de recibir ayuda de los soviéticos, la dictadura cubana definió como objetivo de su seguridad nacional exportar la revolución, expresada en sus desafíos como: “Avanzar en la construcción socialista en el mundo globalizado de hoy, conviviendo con determinados valores de la sociedad de consumo, sin perder los principios y por lo tanto la esencia social de la Revolución”. Y los “médicos” son su avanzada.

No nos engañemos, al contratar médicos cubanos, AMLO financia la exportación de la dictadura cubana. Su genialidad consiste en invertir en el apoyo de Cuba a su revolución, con el pretexto de que no hay especialistas en el país, mientras deja a médicos mexicanos desempleados.


Periodista y maestro 
en seguridad nacional 

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