Uno de los temas más recurrentes en la actualidad es el relacionado con la revolución digital y su evolución a lo largo de muchas décadas, en especial durante este nuevo milenio que prácticamente concluye la segunda y para el inicio de la que está por llegar, promete una impensable cantidad de adelantos en la materia, así como sumar consigo un mayor bloque de retos para la humanidad en su conjunto. Hay que conocer los términos con los que irremediablemente habrá que familiarizarse en el ámbito de todo aquello que tiene que ver con absolutamente todos, quienes ofrecen bienes y/o servicios, que además buscan mantenerse a la vanguardia o aspiran a encontrar un nicho donde puedan hacer llegar a los consumidores sus productos o servicios y con ello garantizar su supervivencia en el mercado tan amplio y diverso.

Por citar algunos de ellos, unos conocidos y otros nuevos, podemos destacar el 5G que implica mayor velocidad en los teléfonos inteligentes y más; WIFI 6, que junto con el anterior ofrecerán mayor velocidad de datos y la oportunidad de sumar de 10 a 50 dispositivos conectados en una red determinada; el Big Data, como su nombre lo indica, el procesamiento de una enorme cantidad de datos; la Inteligencia Artificial, elemento que permite el análisis y el aprendizaje de robots y equipos para utilizar la información con propósitos específicos; El Blockchain, que además de su uso en las criptomonedas, vendrá  a revolucionar el manejo de la información con otros fines de mayor alcance; la ciberseguridad, la robótica, etcétera.

Para muchos de nosotros, todos estos términos resultan una verdadera novedad y se nos antoja pensar que es y será tarea, la cual tan solo corresponde a las generaciones jóvenes. Estoy de acuerdo en parte de ello,  pero vale la pena aprovechar la posibilidad de conocer y aprender un poco más sobre lo que sucede a nuestro alrededor, ya que nos puede resultar de vital importancia para quienes debemos continuar en la tarea diaria de buscar el sustento mediante la cultura del esfuerzo y de quienes desde ámbitos públicos y privados desempeñan una responsabilidad para con los demás.

Más allá de tan solo pretender enterarnos, vale la pena hacer una reflexión sobre este tema de la tecnología, ya que su impacto en la humanidad presente y futura es de alcances y magnitud insospechados. Es algo irreversible y de no asumir su importancia y valorar la necesidad de sumarse a ella, una gran cantidad de empresas y empleos se verán desplazados en el corto y mediano plazo. En contraparte, algunos expertos aseguran que dentro de 15 años habrá un déficit de cerca del 40 por ciento de los empleos que requieren conocimiento y formación tecnológica. Se habla ya de múltiples perfiles que son y serán, cada vez, mayormente requeridos a lo largo y ancho del planeta.

Pero la gran pregunta es: ¿Podrá la tecnología ser acompañada de un alto propósito social que propicie y garantice, no solo la recuperación de los empleos que el uso de la misma viene cancelando, sino también llevar a la humanidad a la solución de los grandes retos reflejados en la enorme desigualdad que aún prevalece por doquier? Resulta muy difícil responderla, pero sería altamente irresponsable no colocarla sobre la mesa en este momento, ya que de no hacerlo, la velocidad del cambio será tan alta, que el impacto del mismo podría ser demoledor. Ojalá y el uso y el desarrollo creciente de la tecnología pueda venir de la mano de un cúmulo de soluciones a algunos esos añejos problemas sociales que desafortunadamente no pueden desaparecer por caducidad y el uso de la misma sea también una herramienta para atenderlos en el mundo que nos alberga y en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

Twitter: @GerardoProal 

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