Múltiples estudios señalan que si bien la educación a cualquier edad es importante, lo es más en la primera infancia. Ello se debe a que es durante este periodo en el que la o el menor de edad adquiere autoestima, seguridad en sí misma o mismo, y lo que diversos especialistas denominan “habilidades para la vida” (Las 10 habilidades propuestas por la OMS son las siguientes: autoconocimiento, empatía, comunicación asertiva, relaciones interpersonales, toma de decisiones, solución de problemas y conflictos, pensamiento creativo, pensamiento crítico, manejo de emociones y sentimientos, manejo de tensiones y estrés). Es decir, la o el menor de edad correctamente formado adquirirá las herramientas que le permitirán enfrentar con mayores posibilidades de éxito los distintos retos que le presente la vida e insertarse de manera positiva y constructiva en la sociedad.

El Dr James Heckman, Premio Nobel de Economía en el 2000 determinó que invertir en la formación —educación— de las y los menores de edad durante su primera infancia es no solo rentable socialmente sino también lo es desde la perspectiva económica. El Dr. Heckman encontró que por cada peso —dólar, euro, libra— que se invierta, el Estado se ahorrara entre 13 y 17 pesos, ya que lo más probable es que esa o ese menor no desertará de sus estudios, no será una persona violenta ni cometerá delito alguno que implique daño a la sociedad y enormes costos —policías, investigaciones, juzgados, cárceles, etc.— al Estado, seguramente tampoco caerá en las adicciones a sustancias —drogas—, ni padecerá de enfermedades emocionales. En suma será una o un ciudadano de bien y feliz. Ello nos permite concluir que si como país invertimos en la mejor formación de nuestros menores de edad abatiremos los índices delictivos ya que estaremos favoreciendo una presencia mayor de buenos ciudadanos y menos de delincuentes.

Fuente de los Deseos: Ojalá las autoridades se den cuenta de que la seguridad de las y los mexicanos depende más de prevenir la generación de delincuentes que el de enfrentarlos en las calles. Ojalá se den cuenta que la mejor y más rentable inversión en seguridad no está en poner más cámaras, en tener más policías ni en tener más cárceles sino en el apoyo a las mamas y papas en la formación de sus hijos (más guarderías, más estancias infantiles, más capacitación / orientación para la formación integral de hijas e hijos, más espacios de sana convivencia familiar, etc.).

Exsenador

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