A casi 10 años de escribir semanalmente en periódicos impresos, más de la mitad de ellos en esta casa editorial —le duela a quien le raspe, la más importante del país— escribiendo siempre el sentimiento en la cancha y desde la tribuna de esta forma de vida llamada Gallos Blancos; inclusive en medio de tormentas, de personas que han intentado coartar la libertad de expresión, esa que no se compra ni vende por tener un lugar que por muy arriba o abajo, corto o largo… Siempre será momentáneo y/o efímero.

Sin importar las buenas o las malas, siempre he intentado plasmar de forma honesta y libre el sentimiento de la afición queretana. Siempre antepondré a nuestra gente, sin importar la trinchera en la que me encuentre, en la que estemos, en esto del hermoso oficio del periodismo la rueda de la fortuna da vueltas… Pero a algunos no nos influye, ni nos determinará jamás.

¿Y a que quería llegar?  pues que simplemente no hay mucho en esta entrega de qué hablar, sólo reconocer y sentirse orgulloso de ser queretano y Gallo Blanco, pedirles paciencia y cuidado en esta etapa tan complicada, difícil y de mucho aprendizaje. Mención y reconocimiento aparte, a todos los guerreros del sector salud, de limpia, de seguridad pública y a todos los que no pueden quedarse en su casa, por llevar el sustento a sus hogares.

Infinitas felicidades a la Familia Rico. Hoy, con todo el corazón, quiero felicitar al más grande locutor deportivo en Querétaro, con quien tuve el honor de colaborar durante casi tres años, en el programa de radio deportivo más importante que ha existido en nuestro estado.

No hay palabras suficientes para felicitar a Doña Paz y a mi maestro, Don Álvaro Rico, por estos primeros 50 años de amor, de familia… de matrimonio. Queda pendiente el mole.

La frase. “Para que cuando gritemos un gol, nos abracemos con más fuerza”, Todos.

Twitter: @jc_aranaz

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