El Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Procuraduría Fiscal tienen en la mira a dos empresarios integrantes del Consejo Asesor del presidente Andrés Manuel López Obrador: Miguel Alemán Magnani y Ricardo Salinas Pliego.

Las empresas de las que estos hombres de negocios son o fueron los accionistas principales adeudan miles de millones de pesos al SAT, por lo que después de haber recibido requerimientos de las autoridades fiscales se ha decido proceder a través de la Procuraduría que encabeza Carlos Romero.

El caso de Interjet es uno de los más escandalosos no sólo por los multimillonarios adeudos que acumula, sino por la forma en la que cambió de manos y la mala reputación que generó en el mundo de los negocios para sus fundadores.

A principios de diciembre, la aerolínea anunció que la familia Alemán vendió 90% de la empresa a Alejandro del Valle, quien se convirtió en el nuevo presidente del Consejo de Administración. Para esos días Interjet había dejado de operar y arrastraba deudas por más de 5 mil millones de pesos, de los cuales 3 mil millones se los debía al fisco mexicano.

En octubre, el SAT embargó las cuentas bancarias, automóviles y marcas de ABC Aerolíneas (Interjet) por un adeudo de 2 mil 947 millones de pesos. Seis meses antes, el organismo a cargo de Raquel Buenrostro colocó sellos de embargo precautorio en el domicilio de la Fundación Miguel Alemán Valdés.

El cambio de manos de la familia Alemán a Alejandro del Valle fue por demás opaco. No se aclaró si fue por los 150 millones de dólares que supuestamente le inyectaría el nuevo inversionista a la aerolínea, pero que no ha transferido, según fuentes de la administración de la empresa.

Lo cierto es que si bien se transfirieron las acciones a un nuevo inversionista (Alejandro del Valle), que surgió de la nada y se apalancó junto a Carlos Cabal Peniche para invertir primero en un contrato de cajeros automáticos con el Banco del Bienestar, pero tras ser descubierto su contubernio con el coordinador de los Programas para el Bienestar, Gabriel García, se metieron a Radiópolis y a Interjet.

Interjet acumula adeudos con el SAT desde 2013, pero puntualmente la denuncia que presentó la Procuraduría Fiscal es por un adeudo de 78 millones de pesos de 2018. Si bien el año pasado la familia Alemán vendió la empresa a Del Valle y Cabal, esto no la excluye de ciertas responsabilidades fiscales relacionadas con los años en los que estuvieron al frente de la compañía, según un alto funcionario del gobierno. Más aun porque los nuevos inversionistas no han pagado los adeudos al SAT.

La quiebra de Interjet, la mala administración de Miguel Alemán Magnani y sus decisiones como asociarse con Del Valle y Cabal han fracturado a la familia Alemán, cuya reputación en los negocios nunca había sido tan afectada.

El otro empresario en el ojo del huracán por sus adeudos fiscales es el magnate Ricardo Salinas Pliego, que litiga con el SAT el pago de unos 40 mil millones de pesos de su firma
Elektra. A finales del año pasado, el Tribunal Federal de Justicia Administrativa determinó que debía pagar cerca de 18 mil 500 millones de pesos por concepto del ISR no enterado de 2011.

En noviembre, el multimillonario dijo que “siempre ha pagado muchos impuestos” y que el SAT no es la última instancia. Hace unos días, en su cuenta de Twitter, red social en la que se ha vuelto un usuario muy activo, reposteó un mensaje en el que hacía burla de que los litigios fiscales son largos.

Lo cierto es que así como Buenrostro amenazó a empresarios de FEMSA, Walmart, IBM, Alsea y otros con llevar los litigios a instancias penales, la misma suerte pueden correr estos dos integrantes del Consejo Asesor Empresarial de la Presidencia.

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