El 2020 ha sido uno de los años más complejos en la historia de México. La pandemia que azota al país  desnudó la fragilidad de un gobierno indolente, soberbio e incapaz, que no ha querido ni ha podido cumplirles a los mexicanos. El coronavirus evidenció la crisis, pero no la originó.

Esta semana comenzó una nueva oportunidad en el Senado, para aprobar y trabajar en todos los pendientes legislativos que se han ido quedando en el camino. Ante el pésimo manejo, del gobierno federal, frente a la crisis sanitaria y económica por el Covid-19 y la muy mala estrategia para combatir la violencia —parece que no fueron suficientes los abrazos—, el grupo parlamentario de Acción Nacional impulsará una agenda legislativa acorde a las necesidades de los mexicanos.

El panorama general se ve complicado. Las más de 60 mil muertes y más de 600 mil contagios por coronavirus; los más de 2.8 millones de desempleados, y las más de 23 mil víctimas de inseguridad, tan sólo por homicidios dolosos, nos lo confirman. Estamos frente a un gobierno federal que ha hecho bien poco por sacar adelante la pandemia; por cuidar los empleos; por apoyar a las mujeres; por terminar con la violencia, que flagela muchos rincones de nuestro país; por ayudar a las familias, cancelando programas que beneficiaban y protegían a los más vulnerables. Por ello, nosotros vamos a trabajar como nunca antes.

Para cambiar el rumbo del país, en el PAN estamos convencidos de que se necesita trabajar en todos los frentes de la batalla, para reconstruir lo que en estos dos años el gobierno de Morena, con sus malas decisiones, ha ido rompiendo.

Se necesita trabajar, arduamente, en la recuperación económica. No podemos pensar en el desarrollo de un país, si sus habitantes sienten hambre porque no les alcanza ni siquiera para comer. Se debe, también, invertir en salud, porque sin ella no tenemos nada. Así como construir un nuevo federalismo, para apoyar a los estados, porque es ahí donde vive la gente. Necesitamos seguir haciendo una política de desarrollo con rostro social y humano, que sea solidaria e institucional, pero sin clientelismos. Debemos trabajar por el presente y también por el futuro, sin concentrar, como algunos lo hacen, todos los esfuerzos en las elecciones del 2021.

Urge, además, lograr una garantía a la seguridad humana, que genere tranquilidad, paz y armonía. Se debe mejorar el sistema de justicia penal. También, seguiremos defendiendo el Estado democrático y sus instituciones, para proteger los derechos y libertades ciudadanas. Asimismo, continuaremos apoyando una política energética moderna y sustentable, que se comprometa con la protección al medio ambiente. Buscaremos, a la par, que se impulse una política exterior más responsable.

Durante estos dos años, hemos visto que este gobierno no tiene una ruta clara para sacar a México adelante. Con sus acciones, desde Palacio Nacional nos dejan claro que su mayor prioridad no está puesta en sanar al 2020, sino en acaparar al 2021. ¿Buscan perpetuarse en el poder? Pues con su proyecto político-electoral, y no de bienestar, eso es lo que nos hacen parecer.

Ante esto nosotros no hemos frenado, por el contrario, aceleramos el paso. A través de nuestro trabajo, desde la oposición, seguiremos buscando que haya crecimiento y también desarrollo; que haya tranquilidad y también medicinas; que haya seguridad y también esperanza; que haya democracia y también respeto. En estos difíciles momentos, no dejaremos a nadie solo, y seremos la opción que trace la ruta para sacar al país a flote. Sé que podremos hacerlo, porque aquí sí hay de otra.

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