Más de la mitad de la población de este país está conformada por mujeres. Según el censo que el INEGI presentó en 2020, somos 64,540,634 mujeres frente a 61,473,390 hombres. Mujeres que votamos, que trabajamos, que contribuimos al PIB, que creamos familias y que aportamos mucho al cuidado del tejido social. Somos también millones de mujeres con miedo. Nos asustan los abusos, los feminicidios, los ataques sexuales; nos duelen las muertas, las violadas, las maltratadas, las víctimas de trata; nos indignan la normalización de esa violencia, la misoginia, la impunidad.

En un país en el que diez mujeres son asesinadas al día, y en el que menos del cinco por ciento de las denuncias por ataques sexuales llegan a una sentencia, lo menos que se puede exigir es que en un caso con tanta notoriedad como el del candidato de Morena a la gubernatura de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, se dé una investigación eficiente, real, sin obstrucción de la justicia. Tendría que ser prioridad para la autoridad despejar dudas, en lugar de sugerir que detrás de las acusaciones y su difusión lo que hay es politiquería.

En Chilpancingo, Guerrero, el colectivo feminista salió a la calle a reclamar, a pintar, a gritar, a manifestar su impotencia y frustración. Pedían romper el pacto patriarcal que mantiene como candidato a quien tiene acusaciones tan graves. En pancartas se leía: “Que arda lo que tenga que arder #NingunAgresorEnElPoder”. 
Más allá de lo que investiguen y juzguen las autoridades que siguen el caso, surgen algunas interrogantes:

Si el candidato Salgado es inocente, ¿por qué no desmiente con fuerza las acusaciones?, ¿por qué se esconde?, ¿por qué no sale a defenderse ante algo que afecta su carrera política y seguramente lastima a su familia?¿Cómo entender su silencio?

¿Cómo aceptar el argumento de que los señalamientos en su contra se dan por el contexto electoral, si las denuncias se dieron en años distintos y están ahí desde mucho antes de que fuera candidato?

¿No les importa acaso, el costo político nacional e internacional que tendrá colocar a un candidato con denuncias tan graves como bandera de un partido que se dice feminista y a favor de las minorías?

A muchas legisladoras de Morena sí les importa. Lorena Villavicencio, Laura Imelda Pérez, Rocío Villarauz, Wendy Briceño y otras más, han solicitado a su partido retirar la candidatura a Salgado Macedonio. Piden al dirigente nacional Mario Delgado recapacitar, aunque todo indica que la decisión no recae en él. La instrucción tiene que salir de Palacio Nacional, pero considerando lo que dijo en días recientes el presidente López Obrador al respecto, no parece que vaya a ocurrir.

El hecho es que, ante tantos riesgos y amenazas, las mujeres estamos listas para protegernos unas a otras. Unidas somos muy fuertes. Nos respaldan muchos hombres responsables y conscientes. Castigaremos al que ignore nuestras demandas, al que desdeñe nuestra lucha, al que insista con los atropellos. Ya chole de burlarse del dolor de tantas. Ya chole con la violencia de género.

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