Después de procesos sociohistóricos que condujeron a revoluciones durante el siglo XX en varios países del mundo, México entre ellos, la pregunta que se posicionó en el imaginario social de la población fue quiénes serían los protagonistas y cómo se daría una revolución en el siglo XXI.

A esta inquietud, “lugar común” o curiosidad, la ciencia de la Comunicación aportó un elemento más: qué papel jugarían los medios de comunicación en los procesos revolucionarios, dado su avance y posicionamiento como agentes que defienden intereses políticos y económicos.

Quitemos el velo de ingenuidad o inocencia sobre el rol de los medios. La pandemia de Covid-19, un fenómeno de salud pública que está provocando daños, muertes y secuelas en la población más de 190 países, también está evidenciando la agenda, “politiquería” y los intereses de algunos medios y comunicadores.

Mientras un reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hecho en noviembre muestra que Europa tiene más contagios y muertes de Covid-19 en últimos 7 días en comparación al continente americano, con Estados Unidos, Brasil y México, países que tienen mayor población por sí mismos que varios países europeos juntos, esto pasa desapercibido o no se menciona en contenidos mediáticos, cuyas agendas se enfocan en personalizar y atribuir culpas.

Según reporte publicado el domingo pasado por la OMS, Europa reportó un millón 840 mil 86 nuevos casos y 29 mil 43 muertes en los últimos 7 días, cifras que superaban el millón 450 mil 998 nuevos contagios y las 19 mil 106 muertes para el mismo periodo en América.

¿Por qué países como Francia, España, Inglaterra, Alemania y Suiza han tenido mayores contagios y velocidad de transmisión del virus en los últimos meses, en comparación a México? ¿De verdad será únicamente por las diferentes políticas de vigilancia epidemiológica y la cantidad de pruebas?

El periodista Manuel Hernández Borbolla publicó un “hilo” en Twitter con preguntas, cuestionamientos y enlaces a publicaciones especializadas, para tratar de entender el mayor impacto del Covid-19 en Occidente, en relación a Asia y África: “Otra arista que me parece ha sido poco explorada, es el tema de la alimentación. ¿Qué tanto está interviniendo este asunto en la magnitud de la pandemia? Los hábitos alimenticios en América y Europa son muy diferentes a los de Asia y África (…) Por la evidencia que tenemos hasta ahora, es muy posible que las COMORBILIDADES sean el factor determinante a la hora de entender el alto número de muertes por covid-19 al comprar los casos de América y Europa frente a las cifras de Asia y África”.

Mientras informes de la OMS y artículos científicos de The Lancet, por ejemplo, muestran cada vez más que las comorbilidades y enfermedades como “obesidad, diabetes e hipertensión” están detrás de miles de muertes en Europa y América, parece que la mayoría de los medios en México eso no tiene relevancia. Les gana su agenda política y la inmediatez de la “nota”.

Hasta la mañana del sábado 21 de noviembre, los 100 mil 823 lamentables fallecimientos que oficialmente se han notificado en México a causa de la pandemia por Covid-19 no deberían ser atribuidos o responsabilizarse a personas.

En una fase de “dispersión comunitaria” del virus, enfocar los esfuerzos y recursos en “rastreo de contactos” y “aislamiento” no tendría mayor utilidad o resultados, como ha reconocido la misma Ángela Merkel, Primer Ministro de Alemania, figura que evocaban la comentocracia y los opinólogos.

Si los medios de comunicación quieren contribuir a una revolución en beneficio social ahora, necesitan olvidarse de responsabilizar culpas por las miles de lamentables muertes, y enfocarse en indagar factores socioestructurales y condiciones de pobreza y de trabajo que padecen miles de habitantes en México, que han favorecido al virus.

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