Mis queridos lectores ya se nos fue el año, fiestas, borracheras, aguinaldos y demás festejos, nos damos con posadas diarias que nos dejan muchos kilos y muchas sonrisas, pero bueno creo son fechas de estar con la familia, entremos en materia y ya con dos días pasados del 24, ¿cómo se la pasaron? ¿Comieron todo lo tradicional, pavito, espaguetti, papas al horno, romeritos, bacalao y un delicioso vino o, en su defecto, la tradicional sidra de manzanas para brindar con todos por lo mejor para cada uno y después de eso, algo relax o un buen bailongo? Así que me puse a investigar qué canciones poner,  ya me las di de DJ Pollo Rock y amenicé mi reunión que no sólo convocó a mi familia, sino toda la banda que se reunió para empinar el codo y pasarla súper.

Empezar con la música queriendo poner a bailar a todos no es fácil, si lo vemos que todos nos sentimos rockeros, pero bueno inicié con los clásicos que no fallan y aventé a la Sonora Dinamita con puros cartuchos explosivos al 100, “El cucu”, “Sorullo” y “El viejo del sombrerón”, rolas que nos secaron la garganta y alimentaron el deseo de ingerir más alcohol, acompañado de la deliciosa cola limón y agua mineral, lo que comúnmente conocemos como “cuba pintadita”.

De pronto me gritaron “¡Ponte algo gruperón para sacarle brillo con la piporra a la pista!” y, como siempre estoy listo para la ocasión, recordé clásicas de los Cardenales de Nuevo León, el gran Ramón Ayala y obvio no faltó El Recodo en el toquín navideño.

Ya entrada la madrugada paramos un poco para agarrar ritmo y abrir los regalos, a mí como me late ser argüendero empecé con el primero para mi padre y él, ya un tipo mayor (76 años), no pudo contener el llanto y me agradeció que estuviera una Navidad más, ya estuve ocho navidades, y bueno de pronto nos fundimos en un gran abrazo. Para mi madre fue el segundo, pero brilló por su ausencia ya que ella se dio una oportunidad de viajar a Estados Unidos para visitar a mi hermana, ya que había un largo trecho de casi 15 años sin verse y bueno esta ocasión pasó las festividades en los iunaites.

La siguiente en recibir obsequio  fue mi novia Kamy, compañera de mil batallas y millones más que esperamos vivir juntos, a ella se lo dije, llegó en el momento que necesitaba y creo que este año pasamos cosas duras, difíciles y el cierre de año no fue el esperado, pero la constancia y tomarnos fuerte de la mano siempre nos ha sacado avantes y bueno, obvio se nos salieron las de san Pedro y se aguaron los ojos, también que nos abrazamos y nos besamos al ritmo de jojojojo.

De pronto se puso de nueva cuenta la música y comenzamos a bailar con un clásico de Lalo Guerreo y Las Ardillitas, “Los dientes de Pánfilo”, y así entre baile y brindis se acabó el papel y la tinta. ¡Feliz Navidad mis queridos lectores!
@pollorockmusica

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