De acuerdo con la Fundación Internacional para los Sistemas Electorales, el año entrante habrá en el mundo 71 elecciones en 52 naciones. 51 de ellas, serán parlamentarias, 19 presidenciales y un referéndum (www.ifes.org). Visto regionalmente, la mayor concentración de elecciones ocurrirá en Europa y África (16 países, 31% cada uno); por 10 países americanos (19%); 8 asiáticos (15%) y dos de Oceanía (4%).

En México, el calendario electoral 2014-2015 iniciará como ningún otro. Será organizado bajo el esquema de una nueva autoridad nacional dotada de muy amplias facultades. Entre otras, para nombrar consejeros de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLEs, los anteriores Institutos Estatales E lectorales), organizar elecciones locales, y hasta procesos de vida interna de partidos políticos.

2015 será un año de intensa carga electoral para el país. En un año, el domingo 6 de junio, habrá 2 mil 152 puestos en disputa entre las 17 elecciones locales y la elección de 500 diputados federales. Es decir, el 45% de 4 mil 752 cargos. En las entidades federativas se competirá por nueve gubernaturas (28% del total), 639 diputaciones locales (56%), 988 alcaldías (34%) y 16 jefaturas delegacionales (100%).

Además del número de cargos en disputa, el nuevo entramado normativo supone diversos retos para la organización y jurisdicción electorales en términos de homologación legislativa, integración de autoridades y regulación de nuevas materias.

Por ejemplo, la única entidad federativa que ha adecuado su régimen interno para hacerlo compatible con el nuevo sistema electoral del país es Durango. Este aspecto, además de constituir un punto de disenso entre partidos y el gobierno federal, puede generar problemas de operatividad para los OPLEs, así como para los órganos jurisdiccionales electorales.

Cabe recordar que la reforma estipula que el INE será encargado de designar a los nuevos consejeros de los OPLEs (siete por entidad federativa). El Senado, por su parte, nombrará a los magistrados de las autoridades jurisdiccionales electorales locales, que serán integradas por tres o cinco miembros (entre 96 y 160 magistrados).

Además, en la jurisdicción federal se crearán tres nuevas salas regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Actualmente, está en curso el proceso de designación de los tres magistrados que integrarán la sala especializada para resolver en primera instancia los procedimientos especiales sancionadores (PES); mientras que las otras dos se integrarán en 2017.

El número de cargos en disputa y el nuevo entramado institucional, hacen esperable un crecimiento de asuntos presentados ante el TEPJF. Máxime si consideramos que en el último proceso electoral intermedio (2009), el Tribunal recibió 21 mil 773 asuntos, 87% de los cuales fueron casos relacionados con procesos electorales locales (18 mil 964). Este dato es relevante si se considera que ese año hubo 16 elecciones concurrentes y se disputaron mil 337 cargos (815 menos que en 2015): 6 gubernaturas, 545 diputaciones locales, 770 alcaldías y 16 jefaturas delegacionales. Por otra parte, a fin de garantizar el derecho a la tutela judicial efectiva, el nuevo modelo de resolución del PES incorpora un recurso de revisión del que conocerá la Sala Superior. Lo cual previsiblemente incrementará el volumen de asuntos a resolver.

Finalmente, la incorporación de la consulta popular impactará también el quehacer de las autoridades electorales. Pues por un lado, el INE será encargado de llevar a cabo dichas consultas; mientras que sus determinaciones podrán ser impugnadas ante el TEPJF vía recurso de apelación.

Como puede apreciarse, la implementación de la reforma tendrá una complicada prueba para las autoridades electorales en 2015. Estoy segura que habrá saldos positivos.

Magistrada del TEPJF

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