Estamos en una generación de cristal. Término que se ha utilizado para definir a los jóvenes y adolescentes actuales, sin embargo, creo que esta nueva era de la tecnología y redes sociales nos ha envuelto a todos, sobre todo en estos tiempos de contingencia en los que el contacto físico se convierte en un riesgo tan fuerte.

Por supuesto que las redes sociales tienen su beneficio, tenemos comunicación de primera mano con las personas que amamos, esto en teoría, porque de pronto en la práctica muchas veces si no privatizas tus redes puedes correr el riesgo de ser vigilado por personas que no conoces, ni a ellas, ni sus intenciones.

Para los jóvenes en particular se ha convertido en un termómetro de popularidad, contabilizan los likes de sus publicaciones de manera muchas veces obsesiva, por  tanto, las relaciones personales les cuestan mucho trabajo, son poco resilientes y por supuesto con poca o nula tolerancia a la frustración.

Es además un método de persuasión imparable en todos los rubros del ser humano: económico, político, religioso, educativo y por supuesto social.

Insisto que no todo es negativo, ahorita que debemos quedarnos en casa, las redes sociales y en si la tecnología nos da la oportunidad de convivir con nuestros familiares sin ponernos o ponerlos en riesgo. De conocer lugares maravillosos. De apreciar artistas y obras de arte. De ayudar a quien lo necesita, pero también existe el riesgo de que gente sin principios publique situaciones privadas o mentiras que pueden lastimar irreparablemente la autoestima de alguien.

Eduquemos a nuestros hijos en darle un buen uso a tan maravillosas herramientas de acuerdo a su edad. No nos quedemos atrás, el conocimiento en este tema nos dará la oportunidad de asesorar adecuadamente a nuestros hijos.

Intentemos descansar mínimo un día a la semana de las redes sociales, busquemos comunicarnos de manera más personal. Escuchar la voz de quien amas se convierte hoy por hoy en un regalo invaluable, así como disfrutar de la naturaleza; pero sobre todo el estar contigo mismo en silencio, resulta inspirador y totalmente necesario.

No te pierdas de los milagros de la vida por vivir pegado a la luz de una pantalla. La adicción a nuestro celular, a las redes sociales ya debería ser tipificado como una patología.

Intentemos respetar el momento que vivimos y valorar el que en este momento nos tenemos… Mañana no sabemos.

Gracias por darte el tiempo de leer mi columna. Sigo al pendiente de tus comentarios y sugerencias, ¿qué tema te gustaría que abordara? Exprésate, para mí, es un placer compartir contigo… Linda vida.

Puedes enviar un WhatsApp al 9982412230, dejar tu comentario en mi página de Facebook “Aprendiendo a Vivir” , “gloriavillalobos.com” o en la página de EL UNIVERSAL.

Frase de la semana

“Abro los ojos a la vida”

Libros recomendados:

—Educación y redes sociales, de Agustín Domingo M. 
—Madres y Padres influencers, de Eva Bach.
—El camino del encuentro, de Jorge Bucay.

*Comentarios y sugerencias: 
Gloria Villalobos Corral 
Terapeuta de Psicología Clínica 
y Programación Neurolingüistica 
gloriavillalobos_3@hotmail.com 
Facebook: Aprendiendo a vivir 
WhatsApp: 9982412230

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