Hay ciudades en el mundo que se distinguen por sus características urbanas y su trazo que el tiempo ha ido marcando al paso de muchos años, hasta darles un distintivo muy personal y único.

Poco a poco van tejiendo zonas donde sus habitantes, por sus usos y costumbres, le otorgan cualidades muy particulares y en ocasiones únicas.

Un ejemplo de ello es la ciudad de San Francisco, California, en los Estados Unidos, que reúne múltiples espacios que marcan una notable diferencia entre sus habitantes. Es una ciudad muy abierta a la diversidad, pero también la habitan muchos indigentes, personas que fueron trastocadas por los efectos de guerras, unas a las que acudían embarcándose en su puerto y en las que  sobreviviendo, vieron morir la esperanza de una vida digna y otras por las consecuencias de adicciones. Así también, hay otros lugares como el barrio chino, conocido como “Chinatown” y quienes lo habitan hacen gala de sus raíces en el viejo oriente. San Francisco además de ser un importante centro financiero y bancario, de su singular arquitectura victoriana o de su emblemático Golden Gate, cuenta con múltiples sitios para el disfrute de propios y ajenos. Sin lugar a dudas, es una bella ciudad que también ha sufrido embates de fenómenos naturales.

Me llaman mucho la atención sus calles inclinadas, ahí los tranvías las transitan cotidianamente. Esta imagen de uno de ellos en la perspectiva de subir, me invita a pensar en México, el país nuestro que amamos más que ningún otro lugar en el mundo, pero que  hoy requiere de muchas más ideas y acciones que le permitan subir hasta allá, donde la mayoría de su gente aspire y pueda acceder a una vida mejor. La pregunta es para todos: ¿Quién se sube y quién empuja? Se aceptan voluntarios en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

Twitter: @GerardoProal

Google News