Todo se salió otra vez de control. 2016 fue el año más violento para Tijuana en una década. Si en 2012 la seguridad parecía estar de vuelta en la entidad –ese año se registraron únicamente 270 homicidios--, el año pasado la cifra se disparó. Solo entre enero y octubre se contabilizaron 678 asesinatos.

Tijuana es un territorio que se disputan desde hace años el Cártel de Sinaloa y lo que queda de la organización de los hermanos Arellano Félix. Un nuevo elemento se agregó, sin embargo, al coctel de violencia.

A partir de abril de 2015, en las calles de la ciudad, comenzaron a aparecer narcomantas vinculadas con un tercer grupo criminal: el Cártel Jalisco Nueva Generación, CJNG.

Lo que hasta entonces había parecido como la pugna “histórica” entre vendedores de droga de dos cárteles –“ordenan un asesinato porque otro narcomenudista se cruzó una cuadra”, declaró un funcionario de seguridad en ese tiempo--  se reveló entonces como la llegada a la frontera del cártel más poderoso de este sexenio: el que dirige Nemesio Oseguera, El Mencho, con los hermanos González Valencia (conocidos como Los Cuinis).

En mayo del año pasado, el Ejército logró la detención de un hombre llamado Pedro Stanley Herrera Jelinek, alias El Peter. La información que puso en manos de las autoridades confirmó que el CJNG se hallaba detrás del repunte registrado en las ejecuciones. En esos días se habló por primera vez del Cártel Tijuana Nueva Generación.

La DEA ha advertido que el CJNG ha logrado apropiarse de muchos de los mercados y las rutas de trasiego que antes pertenecieron a La Familia Michoacana, Los Zetas, Los Caballeros Templarios y los hermanos Beltrán Leyva.

Reportes de inteligencia del gobierno federal confirman que ahora ha tomado posesión de una parte de Tijuana, y se extiende hacia Ensenada, Tecate y Playas de Rosarito.

Declaraciones de sicarios y operadores aprehendidos en la entidad señalan que el CJNG pactó con los Arellano Félix, “quienes se encuentran debilitados”, para lanzarse en grupo en contra del viejo cártel de El Chapo. Autoridades estatales consideran que el 80 por ciento de los homicidios cometidos en Tijuana el año pasado podrían ser producto de esta alianza: la que tiene como fin arrancar Baja California al Cártel del Pacífico.

El proveedor más activo de drogas a los Estados Unidos, de acuerdo con fuentes del gobierno federal, sigue siendo el Cártel de Sinaloa. El grupo de Jalisco, sin embargo, está empeñado en cambiar las cosas. Desde hace dos años inició una estrategia de expansión que, según la DEA, está relacionada con la detención de líderes de otras organizaciones: cada que un jefe criminal es detenido o abatido, el CJNG mete la mano en su territorio. La estrategia consiste en explotar las debilidades de los rivales y establecer alianzas de “conveniencia” que faciliten su propósito.

De acuerdo con información de la PGR, durante 2016 el CJNG registró presencia en 15 estados: Colima, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, estado de México, Nuevo León, Puebla, San Luis Potosí, Quintana Roo, Tamaulipas, Veracruz y las dos Baja California.

Se apoderó primero de la mayor parte del litoral del Pacífico, debido a la importancia que sus puertos representan para el arribo de precursores químicos procedentes de Asia y de cargamentos de cocaína que provienen de países sudamericanos. Desbarató luego a los Zetas de Veracruz, para tener una línea de salida que le permitiera exportar drogas a Europa. En alianza con el Cártel del Golfo se apoderó fue ganando posiciones en la costa este de México, y ahora tiene en la mira el control total de la frontera.

Su alianza con el Cártel del Golfo le garantizó el paso por Tamaulipas y Nuevo León. Su alianza con los Arellano Félix le ha dejado franca la ruta por el occidente de México.
En su edición de la semana pasada, en un reportaje de J. Jesús Esquivel, Proceso reprodujo declaraciones del agente especial de la DEA, William R. Glaspy, para quien el CJNG ha comenzado a disputarle al Cártel de Sinaloa el corredor de drogas Juárez-El Paso.

De acuerdo con Glaspy, la llegada del cártel tomó a la DEA por sorpresa. Sin embargo, se han verificado arrestos y confiscaciones relacionados con ese grupo.

El Pacífico, el Golfo y la frontera: todo en unos meses.

La única explicación posible es que alguien protege al Cártel Jalisco.

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