En México la burocracia es una de las mejores pagadas del mundo. Aunque la cantidad de ‘ceros’ en su cheque, nada tiene que ver con su productividad.

Regordetes y chambistas. Los burócratas de ‘cuello blanco’ y los medianos con ‘cara de memorándum’, pasan de escritorio en escritorio, con la vital garantía de cobrar su quincena.

Saltan de felicidad si gana —en las urnas o en la mesa— su compadre, o esperan debajo de las piedras el siguiente trienio o sexenio.

Aparecen y desaparecen, como cometas. Nadie se explica cómo sobreviven, pero siempre regresan, presuntuosos, envalentonados y revanchistas... de corbata roja o azul.

Este año los sueldos contemplados para el personal de base (en la burocracia federal) tendrán un incremento de 5 por ciento nominal de acuerdo con el proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2015.

Pero una cosa es la base y otra la punta de la pirámide.

Los sueldos del Presidente y los ministros de la Suprema Corte de Justicia superan los 6.7 millones de pesos al año. Ganan 558 mil 333 pesos al mes.

El auditor Superior de la Federación tiene un ingreso mensual de 133 mil 100 pesos, más 826 mil 711 pesos por concepto de estímulo por cumplimiento de metas anuales.

El presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) gana 240 mil pesos mensuales.

Cada uno de los 128 senadores ganará 1.93 millones de pesos netos el próximo año, el sueldo implica una ligera baja de 2.6 por ciento, sin embargo, las prestaciones se elevarán en 2.28 por ciento a 671 mil pesos.

Los diputados federales ganarían 1.45 millones de pesos, percepción que incluye una ayuda para despensa de 33 mil pesos y un total de prestaciones por 665 mil 463 pesos, 6.2 por ciento más que en 2014.

Para aspirar a un sueldo de esos en el sector privado, la eficiencia del empleado tendría que estar más que probada.

Años de estudios, capacitación, dedicación y esfuerzo para caminar hasta una Dirección General harían tener en la bolsa tales prestaciones.

En el sector público no muchos burócratas tienen decenas de merecimientos, pero en casi todos los niveles de gobierno (sobre todo en los estatales y municipales) los gabinetes se hacen con compadres o pagando deudas políticas.

Los ciudadanos no solamente tenemos que soportar la imposición de malos políticos por largos años.

El colmo. Les pagamos los sueldos.

Hagamos los ciudadanos una auditoría crítica del trabajo de los burócratas, de los legisladores. Nos cuestan, y mucho.

Periodista.  pedropablo.tejada@gmail.com   @PedroPabloTR

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