489 años de historia, se dicen fácil y rápido, pero tienen un legado que las líneas esta vez no nos van a alcanzar.

Querétaro lugar donde Santiago Apóstol, cuentan, se apareció en plena batalla entre conquistadores y nativos de la región, donde comenzaría la conquistar queretana tras una fuerte resistencia local. Después, conocido como “Tierra de Paso” anteriormente por su excelente ubicación que conectaba al sur con el norte y al este con el oeste, lo cual permitía un comercio nacional entre varios estados de la República. Punto de encuentro entre aquellos soñadores que veían un México libre, donde Querétaro seria la cuna de la independencia, conspiraciones, arrestos, casas de seguridad y un “taconazo” dio inicio a la lucha por la Independencia.

Historias de amor no faltan en nuestras letras, cuando un Villar enamorado de una religiosa mandó a construir un acueducto para evitar que su amada siguiera yendo al pozo y cargar los botes con agua, hoy ese acueducto es un símbolo de nuestra ciudad, nuestros hermosos Arcos.

Querétaro fue fugazmente la capital de país cuando el presidente Benito Juárez dejaba el entonces Distrito Federal llevándose los documentos más importantes de México a su resguardo y encontrando asilo y protección en nuestra ciudad.

Pero no sólo polícamente tenemos esa historia, en Querétaro se congregaban los Constituyentes, convocados por el presidente Carranza para la creación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que se firmaría en 1917; siendo N. Frías, Perrusquia y Truchuelo nuestros representantes.

Pasado el tiempo, hoy vemos un Querétaro que es grande por su gente, que todos los días se levanta para darle vida a nuestros tianguis que nos llenan de olores y comidas tradicionales nuestras calles, que pintan nuestra vista con sus coloridos dulces típicos. Somos la risa de una niña corriendo por Jardín Guerrero, somos la sabiduría de nuestros adultos mayores que se reúnen afuera del convento de la Cruz a platicar con su taza de café. Somos el ímpetu de las y los jóvenes que día a día se preparan para ser mejores y poder conquistar sus sueños. Somos la fuerza de las mujeres que no importa la situación o circunstancia, estamos de pie.

Todos queremos ser parte de algo, algo grande, pero ser parte de Querétaro y de historia es nuestra mejor historia.

¡Felices 489 Años!

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