Sin duda alguna estamos transitando por la parte más álgida y complicada de la pandemia. Los contagios se reproducen significativamente y la importancia de mantener la sana distancia y el desapego social se ha vuelto algo fundamental.

Según información oficial, a nivel nacional, van más de 35 mil casos confirmados, de los cuales, han resultado alrededor de 3 mil 500 decesos, lo que equivale a una tasa de mortalidad de alrededor del 8%.

Por su parte, en el estado de Querétaro, en los últimos ocho días, se han registrado 93 casos nuevos de Covid-19, lo que representa un incremento alrededor del 58%, registrándose entre 9 y 23 casos nuevos diarios. Asimismo, según información de la Secretaría de Salud del estado, hay 46 pacientes hospitalizados, de los cuales 34 están con estado de salud grave que implica estar en terapia intensiva o con ventilador mecánico.

Ello es grave, pues la saturación de los espacios clínicos para la atención de los pacientes se hace cada vez más más compleja, sin dejar de lado la falta de materiales y de equipo de calidad para las y los médicos, enfermeros y demás personal de apoyo en las áreas de la salud.

Lo anterior se agrava ante la concentración del virus en ciertas zonas del estado, especialmente en la capital y su zona conurbada, ya que la densidad poblacional en esta zona es significativa y de alta demanda. Hoy más que nunca, debemos procurar las mayores precauciones posibles y abstenernos, dentro de nuestras posibilidades, de interactuar en sociedad, ya que estamos cerca del punto álgido del contagio.

No obstante ello, debemos prepararnos para la reactivación de las actividades, ya que aun suponiendo que las autoridades sanitarias den luz verde para levantar gradualmente las medidas preventivas, lo cierto es que la economía ha sufrido un duro golpe que difícilmente se recuperará en breve tiempo.

Ante este panorama, es importante que los gobiernos a nivel local, especialmente los ayuntamientos, implementen medidas anticíclicas, a fin de que las familias se incorporen de la mejor manera a sus vidas normales.

En el caso de la capital de nuestro estado, la situación se ha vuelto compleja, pues el aumento en los casos positivos es significativo y los espacios de atención reducidos. Pero además, la realidad es que los programas anunciados por el gobierno municipal son insuficientes, principalmente por dos aspectos: 1. Son transitorios y 2. Sus efectos son parciales, no generales.

Son transitorios, porque están enfocados a que las personas obtengan recursos para atender sus necesidades solo durante la contingencia, más no para asegurarles un retorno seguro a sus actividades diarias, pues como la mayoría de los pequeños emprendedores lo ha manifestado, retomar el ritmo de producción y del ingreso no será cosa sencilla, ni de un día a otro.

Por otro lado, sus efectos son parciales, ya que solo están beneficiando a una parte de la población, dejando de lado a mucho otros sectores que, de igual forma, se están viendo afectados por la contingencia. Solo por mencionar un ejemplo, todos los pequeños comercios están quedando sin protección, ya que están siendo beneficiados únicamente con créditos que, al final, tendrán que pagar de su propio bolsillo.

En este sentido, es indispensable un programa de reactivación económica que permita a los habitantes de los municipios, como el caso de Querétaro, poder salir delante de las repercusiones que ha provocado este fenómeno.

En suma, estamos transitando por el momento más complejo de la pandemia, por lo que es momento de cerrar filas ante este enemigo silencioso y exigir, a quienes ahora están en el gobierno, soluciones efectivas y constantes de mayor alcance y con visión de política pública, ya que, como lo hemos dicho en ocasiones anteriores, la pandemia es transitoria pero sus efectos serán permanentes.

Google News