Las ciudades son esenciales para la competitividad. Son los lugares donde vive, se prepara y se desarrolla la mayoría del talento del país. En palabras de Max Santana, investigador del IMCO, es también, desde la visión de los ciudadanos, la primera línea de respuesta a los problemas públicos sin importar si las decisiones vienen de la federación, el estado o el municipio.

Las dos ciudades más grandes de Querétaro son la Zona Metropolitana  y San Juan del Río. Ellas concentran a casi 1.8 millones de habitantes, equivalente a 78% de la población del estado (según datos de Conapo 2020). ¿Qué tan competitivas son? En otras palabras, ¿qué tan capaces son de generar, atraer y retener talento e inversión según el Índice de Competitividad Urbana (ICU) 2021 del IMCO?
Empecemos por Querétaro, la Zona Metropolitana que abarca cuatro municipios: Querétaro, Corregidora, Huimilpan y El Marqués. Con casi 1.5 millones de habitantes, es el motor de la competitividad del estado, puesto que desde 2010 ha aparecido entre los primeros cinco lugares de las 15 ciudades más grandes por tamaño poblacional. En esta última edición se ubicó en el tercer lugar, después del Valle de México y Guadalajara, lo que implicó un avance de dos posiciones.

Su principal fortaleza se concentra en torno a la innovación, destaca que, en 2020, registró una alta presencia de posgrados de calidad y centros de investigación, así como generación de patentes. A pesar de que la población altamente calificada entre 2019 y 2020 no creció tan rápido como en otras ciudades, el impulso a la innovación podría explicar por qué esta ciudad es atractiva para la llegada de inversiones más sofisticadas como los centros de datos que se anunciaron hace poco.

Por el contraste, el ICU muestra que Querétaro tiene desafíos para mejorar las condiciones que enfrentan las y los trabajadores. De las 69 ciudades evaluadas, fue la segunda con más demandantes de conflicto laboral. Esto se suma a que en 2020 casi 60% de la población ocupada no obtuvo ingresos por su trabajo y poco más de 41% de la población económicamente activa recibió ingresos por debajo de la línea de bienestar, o sea que se consideran en pobreza. Además, hubo relativamente pocas mujeres en la fuerza laboral y la brecha salarial de género fue superior al promedio de todas las ciudades analizadas.

San Juan del Río, por el contrario, con poco más de 301 mil ciudadanos, obtuvo el lugar número 13 de 21 en la categoría de 250 mil a 500 mil habitantes. Entre sus fortalezas se encuentran una alta competencia electoral, así como baja percepción de corrupción estatal en zonas urbanas. No obstante, la ciudad presenta varios retos que se deben atender: es la séptima ciudad de toda la muestra con mayor tasa de robo de vehículos y la quinta con mayor crecimiento de la mancha urbana. De hecho, este crecimiento urbano horizontal es un reto que afecta a ambas ciudades, con lo que se limita el acceso a mejores oportunidades económicas, que afecta más a los habitantes en situaciones precarias.

Si Querétaro quiere mantener sus ventajas como un estado atractivo para el talento y la inversión es fundamental que implemente acciones para superar las debilidades de la capital, así como impulsar la competitividad de otras regiones. Esto solo será posible con la voluntad de las autoridades estatales y municipales.

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