En entregas anteriores había hablado sobre la biorrelaciones dentro de las especies, es decir entre los individuos que conforman una especie en particular. Ahora, abordaré las biorrelaciones, asociaciones o simbiosis interespecíficas, es decir, las que se llevan al cabo entre los individuos de diferentes especies. Cualquier animal o planta que pasa parte o todo su ciclo de vida en asociación a otra especie de organismo se considera un simbionte, aunque esto no presupone que exista o no una dependencia metabólica, simplemente, enfatiza la existencia de una asociación o una simbiosis. Todos los animales viven relacionados de alguna forma con los organismos que les rodean. A su vez, la distancia entre las especies o individuos es de suma importancia ecológica, ya que la probabilidad o la intensidad de la interacción es inversamente proporcional a la distancia. En cualquier relación entre especies o simbiosis puede suceder, también, que el simbionte viva sobre un animal (epizoico) o dentro de su huésped (endozoico). Si se trata de estar una especie sobre o dentro de plantas serán epifíticas o endofíticas respectivamente. Entonces, entre las diferentes especies o poblaciones se han establecido, en el transcurso de la evolución, diferentes asociaciones como por ejemplo: protocooperación, mutualismo, depredación, parasitismo, comensalismo, inquilinismo, foresia, competencia y esclavitud, entre otras. No obstante muchas veces la delimitación de algún tipo de asociación heteroespecífica particular, no está perfectamente delimitada, ya que algunas especies pueden situarse en alguna asociación intermedia de simbiosis, es decir por ejemplo, foresia-comensalismo o comensalismo-parasitismo o parasitismo-mutualismo, entre otras. *Coordinador de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México, Campus Juriquilla.

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