Cuando vamos a destinos sumamente turísticos es muy común que te vendan tours de un día a un sitio “que no te puedes perder”, a lo más emblemático del lugar, lo altamente recomendado o “lo instagrameable” y, desde luego, te prometen todo, e incluso los Airbnb a veces no son lo que parecen, pero muchas ocasiones por la emoción, “nos ven la cara de turistas”. Te recuerdo que, como todo, quienes te ofrecen los paquetes también están trabajando, son vendedores que reciben una comisión por llevar clientes a las touroperadoras o agencias de viajes y querrán venderte a como dé lugar enamorándote para que elijas sus servicios, así que no te de pena exigir lo que te ofrecen. Como primer punto, ten claro todo lo que viene incluido en tu recorrido, haz preguntas, todas, no importa cuántas, es mejor que aclares todos los puntos y no te quedes con dudas antes de hacer tu pago. Recuerda que los conceptos de viaje son distintos en cada país, me refiero a que si contratas, por ejemplo, un traslado de lujo, te lo ofrecen como “limosina” y llega una minivan que le llaman “limo” sólo porque el interior tiene asientos de piel y son un poco más grandes, créeme que te están timando, pues el costo es mucho más elevado al de una minivan tradicional. A lo que vamos, no por ser turista o viajero quiere decir que te debas quedar callado, pues a veces pareciera que tienes un letrero en la frente que te identifica como víctima para estafar. Si revisaste todo a detalle y el día del tour te das cuenta que ni siquiera se parece a lo que te ofrecieron, reclama, sobre todo al estar en otro país, justo es lo que sucede, muchos no exigen por pena, por no hablar el mismo idioma, por miedo o flojera, y lo dejan pasar. Reclama, es la única forma de, al menos, aligerar esas malas prácticas y que no pase con otros turistas.

En el caso de los tours, aunque la agencia esté debidamente registrada o con la calificación más alta en TripAdvisor, no te confíes, anota completo el nombre  de la persona que te atendió, checa con tiempo si hay un teléfono o correo electrónico  de reclamos, dudas o sugerencias en caso de necesitarlo, en la mayoría de las ocasiones recibes una compensación o un rembolso por ser un “cliente insatisfecho”, desde luego no se trata de llegar a esos extremos, y te verán con “cara de pocos amigos”, como diría mi papá, pero es mejor a que te quedes con el coraje. Reitero, no se trata de pelear, se trata de quedar contentos con el servicio y si no es así, es mejor que lo sepan, muchos reciben bien las sugerencias y desde luego, no se arriesgarán a que les dejes un mal comentario en la red.

En el caso de Airbnb, lo primero que debes hacer es buscar una solución con el anfitrión, si no se logra llegar a un acuerdo, tienes la opción de solicitar la intervención para mediar y hacer cumplir los requisitos de política de reembolso y asistencia para cambio de reservación. Debes reportar cualquier problema con un plazo de 72 horas desde que tuviste el inconveniente. Es recomendable también ver las reseñas y comentarios de otros usuarios antes de reservar, en Airbnb tanto los anfitriones como los huéspedes tienen calificación, así que es menos probable que suceda.

Esperemos nunca les pase queridos lectores, pero si en algún momento llegase a ocurrir, recuerden, que no se trata de pelear, pero sí de que no te den gato por liebre.

*Periodista y conductora
Premio Internacional de Periodismo Turístico 2022
Otorgado por la OMPT  
Twitter @NatividadSanche
Facebook.com/NatividadSánchezB

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