Todos los gobiernos en los diferentes niveles han puesto en marcha programas de reactivación económica para afrontar la crisis financiera que ha traído consigo la pandemia. Es difícil pensar en algún sector, salvo los relacionados con salud, que no ha salido afectado por la crisis sanitaria por el Covid-19.

En los diferentes diálogos que he mantenido con la gente, hemos hablado de la difícil situación por la que estamos enfrentando todas y todos. Resulta triste observar que los programas de reactivación de los gobiernos siempre se enfocan a un sector pero olvidan a otro que también la está pasando mal.

En la ciudad de Querétaro hay mamás que tuvieron que dejar de trabajar para cuidar a sus hijos y muchas de ellas sólo subsistían gracias a sus ingresos, hoy la realidad que enfrentan es preocupante. De la misma forma, muchos estudiantes dejaron las universidades para apoyar a sus papás que son adultos mayores y están resguardados, aseguran que cuando las cosas vuelvan a la normalidad regresarán a la escuela, mientras tanto consiguieron lo primero que encontraron.

Pero no solo ellos, hay taxistas que tuvieron que frenar sus carros, que no tienen pasaje; adultos mayores que dejaron de laborar y no tienen forma de transportarse porque las rutas van llenas y son un foco de infección, trabajadoras del hogar que fueron despedidas y que no cuentan con ningún apoyo, y así como ellos hay muchos sectores más que por ser pequeños no tendrían que ser olvidados.

Un plan de reactivación económica debe tener una visión de abajo hacia arriba, no solo enfocado a negocios o empresarios, que si bien ellos también necesitan un impulso, no se pueden dejar afuera a los  grupos vulnerables que han visto mermados de manera crítica sus ingresos.

Apoyos generales y crear las condiciones para fomentar el empleo son formas de atacar una crisis, pero para eso necesitamos una ciudad con un proyecto que todo el tiempo esté creando oportunidades, no tenemos que esperar una crisis para poder percibir todo lo malo que se ha hecho, tenemos que tener una estructura fuerte en nuestra ciudad que esté lista para enfrentar  cualquier percance.

No estoy diciendo que esté todo mal, pero siempre podemos estar mejor, no se tienen que administrar los problemas para ir saliendo del paso sin solucionarlos de fondo, eso al final nos va relegando a una ciudad gris, nos va llevando a dos realidades, la de la gente y la de las autoridades.

Hoy los gobiernos deben de darnos respuestas claras y concretas, siempre hay presupuesto cuando es ejercido en beneficio de la gente, no puede haber programas de reactivación que se queden cortos y no contemplen a toda la ciudadanía, estamos esperando creatividad, responsabilidad y que nos demuestren su real compromiso, aquí veremos si están con nosotros o con sus intereses.

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