El martes 10 de abril, la mayor parte de los diputados federales que acudieron a la sesión de la Cámara Baja volvieron a doblegarse y someterse a los grandes intereses económicos de los concesionarios y la clase política gobernante, al mismo tiempo que desaprovecharon una oportunidad histórica y jurídica de regular la publicidad oficial en medios de comunicación, al aprobar la Ley General de Comunicación Social.

Los 205 diputados que votaron a favor de la iniciativa —PRI, Panal y PVEM en su mayoría—, más la omisión de diputados del PAN que no acudieron a la sesión donde pudieron haber votado en contra —por andar en campaña o en actos proselitistas en apoyo a Ricardo Anaya, según presumieron en redes—, provocan que sea posible un retroceso e institucionalizar prácticas que atentan contra el derecho a la información y la transparencia.

Aunque en términos formales cumplieron en tiempo con la petición de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ya que antes del 30 de abril emitieron una respuesta a la resolución de la Corte de regular la publicidad oficial en medios de comunicación, la ley no regularía ni cambiaría las formas en que han operado y se han beneficiado mutuamente los dueños de los medios y los departamentos de Comunicación Social.

Falta que el Senado de la República ratifique lo aprobado por los diputados federales, que, insisto, se convertiría en un retroceso y una burla para los ciudadanos y las audiencias de los medios de comunicación. En vez de regular y limitar el despilfarro de recursos públicos en medios de comunicación, favorecería la opacidad y legalizaría prácticas que tienen como pilares la discrecionalidad, la arbitrariedad y el interés económico.

La bancada del PAN otra vez está envuelta en la polémica. Por omisión, complicidad o como un mensaje de respaldo por parte de Ricardo Anaya a los concesionarios, más de 17 diputados federales emanados de ese partido no acudieron a la sesión del 10 de abril, en vez de señalar en sus cuentas oficiales de Facebook o Twitter que se pronunciaban en contra de la iniciativa. Su voto en contra ese día valía mucho más para las audiencias.

Pero en el caso de varios de esos 17, importó más tomarse la foto en actos proselitistas en sus respectivos estados de origen, o acompañando a Ricardo Anaya, o de vacaciones en San Miguel de Allende, como reportó el portal sin embargo.mx. Es una pena que tengan otras prioridades o preocupaciones por encima de asuntos legislativos —su labor— de interés público y nacional que merecen el mayor grado de seriedad.

Si sumáramos las ausencias de los diputados federales del PAN, entre quienes se puede mencionar a Apolinar Casillas Gutiérrez o el polémico Federico Döring, más los legisladores que no fueron del PRD, PES o Morena, se podría haber frenado esta iniciativa de ley perjudicial desde el mismo San Lázaro, porque se hubiera superado la cifra de 205 (en la sesión se contaron 168 votos en contra).

Ahora corresponde el turno y la pelota está en la cancha del Senado. Los académicos, especialistas y los ciudadanos de este país exigimos a los representantes de partidos de “oposición” (PAN, PRD y Morena, principalmente) hacer un frente común y resistir presiones de concesionarios y elites partidistas, porque debiera frenarse esta Ley.

No a la #LeyChayote.

El mensaje político que dieron PRI —por convicción— y PAN —por omisión o complicidad— en la Cámara Baja el martes 10 de abril es que sus candidatos a la Presidencia están dispuestos a hacer lo que sea con tal de frenar la delantera de López Obrador (“ya sabes quién”, en el habla de sus seguidores) en la contienda. Aunque en el abanico de acciones de lo que sea esté de por medio la dignidad y los derechos de las audiencias de este país.

Para profundizar los perjuicios de esta ley y posibles recursos para hacer frente a este documento jurídico, le recomiendo ver o escuchar el programa Audiencias Creativas del próximo miércoles 18, a las 10 am, por Radio Universidad (89.5 de FM) y TvUAQ (canal 24.1 de televisión abierta).

Recomendación de la semana. La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la universidad es una de las sedes de la gira del Festival Ambulante en Querétaro. El martes 17 y el miércoles 18 de abril tendrá la proyección de documentales. Contará con la presencia de Gastón Andrade y Alberto Arnau, directores de los documentales Los árboles no dejan ver el bosque y Hasta los dientes, que abordan problemáticas sociales y de justicia que han ocurrido en nuestro país.

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