Pasajeros corriendo, gritando y algunos llorando al perder de vista a sus familiares en el tumulto empujando sus maletas, al querer salir lo más pronto posible, pero sobre todo a salvo, de las supuestas detonaciones de arma de fuego que hizo sonar la alarma en la terminal tres del Aeropuerto Internacional de Cancún, Quintana Roo, el segundo más transitado del país, sólo después del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, pero el más importante en la entidad y en Latinoamérica por la cantidad de usuarios internacionales.

El pasado lunes iniciaron las publicaciones en redes sociales, aproximadamente a las 11:30 de la mañana, sobre la supuesta balacera, en los videos difundidos se puede observar a los  pasajeros aterrados, tratando de escapar de los “disparos” en la zona. Según detalles de las autoridades, el C5 decretó Código Rojo por un presunto ataque armado; sin embargo, poco tiempo después se dio a conocer que el caos realmente habría sido provocado por la explosión de un escáner. Otras versiones señalaron el estallido de una banda de entrega de equipaje, además de algunos anuncios publicitarios que tiraron los mismos pasajeros con la desesperación de huir del lugar.

Queridos lectores  “entre que fueron peras o manzanas”, ni siquiera hace falta imaginar cómo está el país para empezar a correr cuando se escucha un estruendo, y no es para menos, dicen por ahí “la burra no era arisca”,  tan sólo hace poco  en este bello destino turístico, dejaron un cuerpo en las afueras de una escuela primaria, encontraron restos humanos en una playa, y hubo una balacera (esa sí real) en el afamado y ampliamente conocido por viajeros extranjeros, hotel Xcaret, uno de los más visitados del mundo, y déjenme decirles que no es la primera vez que ocurre. En el año 2017, mi esposo y yo aterrizábamos en el aeropuerto de Cancún, tomamos el autobús rumbo al centro, al llegar pedimos un taxi para dirigirnos a  nuestro hotel, y no les miento, los taxistas nos bajaban las maletas a la banqueta. Resulta que acababa de ocurrir el caso donde un grupo de sujetos armados atacó a balazos las instalaciones de la Fiscalía Norte en Cancún, por lo que, desde luego, nadie quería transportar turistas, y mucho menos a una zona hotelera. La psicosis “estuvo buena”, las calles estaban solas y en la radio se escuchaba qué había detonaciones de arma de fuego en cinco zonas de la ciudad, por lo que recomendaban no salir. En ese entonces, unos días antes en Querétaro hubo un caso parecido, así que nosotros ya teníamos un antecedente. En el Mercado Escobedo, previo a la noche de Reyes, una falsa alarma generada a través de redes sociales alertó a la población sobre supuestas detonaciones y saqueos entre los comerciantes, tiempo después las autoridades lo descartaron, ¿lo recuerdan?

Así o más claro, para generar psicosis debe de haber un contexto de por medio, lo que sucedió en Cancún el pasado lunes no es producto de las cosas bellas que promocionan del país, sino tristemente de la aparición de este bello estado en los primeros 10 destinos con mayor índice de inseguridad. ¿Psicosis o realidad, ustedes qué opinan?

*Periodista y conductora
Premio Nacional de Locución otorgado por la ANLM
Twitter @NatividadSanche
Facebook.com/NatividadSánchezB

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