Ciertamente los panistas traían prisa para legalizar “concesiones” a particulares para el servicio de agua. Tanta prisa que después de la aprobación de su ley de aguas, el 19 de mayo, en el congreso local, el gobernador, Mauricio Kuri, se apresuró también a publicar la ley de marras, el sábado 21 de mayo.

Una hipótesis, probablemente bastante certera, es que su prisa estuvo dictada por la probable aprobación, este año, de una ley federal de aguas y los panistas quisieron adelantarse a la posibilidad de que se prohíba no sólo la privatización del vital servicio sino también “concesiones” a particulares. Ahora resulta que los panistas nos quieren venir a engañar con que su ley tiene aspectos “positivos”. Claro, sin señalar cuáles son esos aspectos. Si como dicen, su ley tiene aspectos positivos, no habrían tenido tanta prisa para aprobarla en lo oscurito, y habrían aceptado una discusión seria sobre el tema con la participación de expertos, ambientalistas, académicos, representantes populares, fuerzas políticas y con la ciudadanía en general.

Hay cosas muy oscuras con el manejo del agua en nuestro estado, por lo que sería imprescindible conocer, por ejemplo, todos los títulos de concesión vigentes, cuándo, a quién y en qué condiciones se otorgaron.

Es imprescindible que se revise la documentación sobre autorizaciones federales ante Conagua (perforación, extracción y aprovechamiento). Se deberían inspeccionar los puntos de sustracción de agua (pozos), se deberían verificar las tomas alternas a las fuentes de abastecimiento de agua motivo de la concesión (por ejemplo, el acueducto 2), se deberían verificar las plantas potabilizadoras de agua habilitadas para la prestación del servicio y se deberían revisar las plantas de tratamiento.

Pero también se debería constatar el cumplimiento de las concesiones municipales y estatales sobre la prestación del servicio integral del agua y se debería analizar la calidad del agua en los pozos habilitados para la sustracción de agua y los macromedidores en condominios. Por último, se debería constatar la existencia de contratos de luz sobre los puntos de extracción, almacenamiento y plantas de tratamiento.

La falta de transparencia en los aspectos señalados, y en otros más, abona a la sospecha de que lo único que les interesaba a los panistas, con su evidente prisa, era legalizar lo ilegal e ilegítimo.

No se puede jugar con el derecho humano al agua y menos en un estado en situación crítica de estrés hídrico.


Presidente del Consejo Estatal de Morena

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