Es cierto que, aunque no ha sido fácil, la mujer ha logrado avances significativos hacia la equidad e igualdad de género, y gracias a ello hoy vemos a cada vez más mujeres en puestos de liderazgo, siendo cabeza de empresas o en puestos clave de gobierno, sin embargo, aún falta un gran camino por recorrer.

Cifras pre pandemia de PROIGUALDAD (2018) indicaban que mientras el 53% de las mujeres tenía ingresos de hasta un salario mínimo, los hombres concentraban 70 % de las percepciones superiores a los cinco salarios mínimos.

Y al respecto de este tipo de desigualdades, la OCDE señala que en el país la brecha salarial entre mujeres y hombres (cifras 2019) es de 18.8% y representa una de las más amplias diferencias de los países miembros de este organismo, muy por encima del promedio identificado en 13 por ciento.

Lo verdaderamente preocupante es que esta pandemia de COVID-19 tuvo un impacto negativo en este tenor. La Organización de las Naciones Unidas ha mencionado que los efectos de esta crisis sanitaria podrían revertir el progreso limitado que se había logrado en la igualdad de género y los derechos de las mujeres.

Tan sólo la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL) ya contempla que la pandemia provocó un retroceso de 10 años en la participación de la mujer en el mercado laboral.

Por lo tanto, hay grandes desafíos que se presentan para que las mujeres logren una paridad. Pero, ¿qué pueden hacer las empresas frente a esta problemática? ¿Cómo combatirla? ¿Por dónde empezar?

Es importante que las organizaciones asuman esta responsabilidad de promover la igualdad y equidad de género desde las entrañas, y que estén convencidas de hacerlo. No se vale que sólo cuando es el día o el mes de la Mujer se pronuncien a favor de la paridad, mientras que en su empresa no se promulguen en realidad estas prácticas, o no haya políticas al respecto, o no haya ninguna mujer en cargo de dirección o como parte de sus consejos.

¿Qué pueden hacer? Worky, una startup mexicana que ayuda a las empresas a eficientar sus procesos de recursos humanos a través de un software especializado, señala dos acciones clave en pro de la equidad de género que quiero retomar.

Por un lado, el tema de las mujeres en puestos de liderazgo. La Organización Internacional del Trabajo precisa que se necesita el 30% de mujeres en los consejos para que la diversidad de género tenga un impacto positivo y, a pesar de que en México el porcentaje de empresas con al menos tres mujeres en su consejo ha aumentado un 5%, sigue implicando una representación baja, ya que el tamaño promedio de un consejo es de 19.8 participantes.

Además, en nuestro país sólo 6% de los asientos de los consejos de administración de las compañías son ocupados por mujeres. Es necesario cambiar esto no sólo por la cultura o responsabilidad de la empresa, sino por el rendimiento que puede representar. Datos de McKinsey & Company recalcan que las ganancias de la empresa y el desempeño de las acciones pueden ser casi un 50% más altos cuando las mujeres están en la cima.

Y un segundo punto es el relevante papel que juega el área de Recursos Humanos en las prácticas de igualdad y equidad de género de una empresa. De entrada, si existe igualdad en los procedimientos de reclutamiento y selección se pueden garantizar las mismas oportunidades para mujeres y hombres en el acceso a un puesto de trabajo, y con ello contar con perfiles más competentes no sujetos a estereotipos de género.

Otro punto clave relacionado con esta área, es la falta de medición y transparencia que permita identificar el gap para mejorar la participación, retención y desarrollo de talento femenino, a través de todos los niveles de la organización.

Worky por ejemplo, está implementando un semáforo para que las empresas puedan conocer cómo están en el tema de equidad, midiendo en salario por género, género de candidatos en reclutamiento, distribución de género en liderazgo y más temas que ayuden a tener claridad basada en esos datos, e identificar así los aciertos y “puntos ciegos” que puede haber, una herramienta que me parece sumamente relevante y adecuada.

Ojalá que el tema de igualdad de género no sólo se continúe abordando como un tema de moda, sino que sea parte de la visión y cultura de las empresas, porque estas acciones no sólo aumentan la productividad, reducen la rotación y generan un ambiente laboral favorable, sino que permiten un mayor crecimiento económico de los diferentes sectores, y de la sociedad en general.

lucyquiroga@finanzasentacones.com.mx
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