La salud mental ya era un tema preocupante antes de la pandemia, no obstante, y de acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la emergencia sanitaria por COVID-19 agravó la situación, al provocar incremento de afecciones y/o empeorar las preexistentes.

Y es que, el temor de contraer el virus, la lucha contra un enemigo invisible, el confinamiento, el impacto económico, los cambios en la vida cotidiana y/o laboral, entre muchas cosas, han sido parte de este efecto.

La Universidad de Oxford informa que una de cada tres personas que se recuperaron de COVID-19 fueron diagnosticadas durante los siguientes seis meses con algún trastorno de salud mental, como depresión, ansiedad, estrés postraumático o insomnio.

Sin duda, este panorama no es alentador. Pero aún hay más: la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que una de cada cuatro personas en las organizaciones va a desarrollar un trastorno de salud mental que impactará en los negocios; sin embargo, tan sólo el 25% de ellos va a tener acceso a una herramienta mínimamente adecuada.

Un trastorno de salud mental se manifiesta en el absentismo laboral, el presentismo y/o la pérdida de productividad. La OMS estima que la depresión, los trastornos de ansiedad y otras afecciones cuestan a la economía mundial 1 billón de dólares al año en pérdida de productividad (McKinsey).

Cabe destacar que la depresión es la principal causa de discapacidad en el mundo, y que las empresas que no invierten en la salud mental de sus empleados tienen una rotación 6 veces mayor que las que sí lo hacen.

Es momento de que las organizaciones acepten esta realidad, si no lo han hecho, y tomen acciones y adquieran las herramientas adecuadas para enfrentar este problema.

Afortunadamente, la NOM 035 abre una oportunidad para que las empresas en el país pongan como prioridad la salud emocional de los trabajadores. Para poner un poco de contexto, cuando la emergencia sanitaria por la COVID-19 fue declarada, México ya contaba con esta norma obligatoria a cumplir por las empresas, por parte de la secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en su primera etapa, vinculada a las acciones preventivas.

Ante este escenario, Regina Athié, CEO y Cofundadora de Cuéntame, la plataforma número uno de salud mental personalizada para Latinoamérica, afirma que la salud mental es un pilar clave para ser la mejor versión en la vida personal, laboral y social, y es un tema que debe ser prioritario para las empresas.

Esta plataforma tecnológica mexicana que, gracias a su modelo de data driven y su algoritmo brinda el recurso de bienestar adecuado a los colaboradores, impulsa en las organizaciones entornos de trabajo más productivos.

Actualmente, Cuéntame ya transforma la vida de más de 30 mil colaboradores y familiares en más de 30 organizaciones de alto impacto, y cuenta con usuarios que van desde startups como Kavak, Konfío, Bitso, hasta corporaciones internacionales como Nestlé.

Esto muestra cómo ya algunas empresas están buscando tener una medición constante del estado de bienestar de sus colaboradores que les permita tomar decisiones más efectivas para cuidar, atender, retener y atraer al personal; y que les ayuden a mantener una organización saludable.

El apoyo a la salud mental dentro de las organizaciones nunca antes ha sido más importante, y el 2022 trae la oportunidad para implementarlo.

lucyquiroga@finanzasentacones.com.mx


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