Hace unos días el gobernador  Francisco Domínguez dio un comunicado preventivo sobre la pandemia por Covid-19, advirtiendo le necesidad de fortalecer las medidas preventivas para evitar más contagios.

Y es que la situación se ha ido complicando en las últimas semanas. Los casos de contagios han aumentado  200% y las defunciones también están en crecimiento. Ello es producto de un falso sentido de seguridad, producto de la vacunación y el semáforo verde  presentado en varias zonas del país, algunas de ellas de alto riesgo, como la Ciudad de México.

El punto es que las medidas preventivas se han relajado y ello ha generado un aumento en la movilidad y la convivencia social. No obstante, el virus sigue presente, con más y complejas variaciones. Al respecto, debemos considerar lo siguiente:

En primer término, el porcentaje de población que está vacunada no representa ni  30% de la población total, es decir, aún existe una gran mayoría que está indefensa ante el virus y, por otro, las vacunas que se están aplicando responden a modelos epidemiológicos pasados, esto es, atacan al virus en su forma primigenia, sin considerar las mutaciones y variantes que ahora se  presentan.

Aunado a ello, se presenta otro elemento a considerar para controlar los contagios. Me refiero al periodo vacacional y el traslado masivo de personas de un lado a otro del país. Por ejemplo, una familia de Querétaro se trasladará a una zona costera, mientras que a nuestra entidad llegarán también otras más de zonas aledañas ¿Cómo vamos a controlar los contagios? ¿Cómo vamos a contabilizarlos y atenderlos?

Sin duda el turismo necesita reactivarse, eso es un hecho; pero la cuestión será analizar hasta donde permitir el traslado de personas, la apertura de comercios, establecimientos y plazas públicas.

La situación económica es compleja después del encierro de 2020. Apenas nos estamos recuperando para volver a caer en un cierre masivo.

Ello afectaría duramente la productividad en el país, complicando en gran medida nuestra capacidad para responder a las adversidades. Todo ello también complica la conformación del mapa epidemiológico, pues será más complejo determinar donde se están focalizando los contagios, ya que los reportes dados en un estado tal vez sean producto de visitantes o personas en tránsito.

Como se quiera ver, los tiempos demandan acciones extraordinarias, y ello comienza desde la responsabilidad de cada uno. Debemos ser conscientes del riesgo que tenemos frente a nosotros y nuestras familias. Estamos ante un sistema de salud debilitado y agotado por meses interminables de pandemia. La crisis económica se agudiza y hace mucho más difícil su reactivación. Sería muy grave en estos momentos retroceder al semáforo rojo.

Es tiempo de que, juntas y juntos, actuemos con responsabilidad. Que ponderemos lo importante por sobre lo mundano y entendamos que estamos en riesgo de retroceder todo lo que en estos meses hemos avanzado. Por todo lo anterior, te invito a que actúes con responsabilidad.

Trata de evitar el contacto humano innecesario, así como traslados superfluos. Aguarda en tu hogar, usa cubrebocas, gel antibacterial y todas las medidas sanitarias a tu alcance. Solo así saldremos adelante. Porque cuidarnos no es tarea de uno, es tarea de todas y todos, haz tu parte.

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