La semana pasada la calificadora Fitch Ratings bajó las calificaciones soberanas de México de BBB+ a BBB, y revisó la perspectiva de estable a negativa. Lo anterior, nos dice la calificadora, obedece a una combinación de factores que elevan el riesgo para las finanzas públicas de nuestro país a causa del deterioro del perfil crediticio de Pemex; la continua debilidad de la perspectiva macroeconómica, agravada por las amenazas externas provocadas por la tensión comercial y política en la relación México-EU; finalmente la incertidumbre que generan ciertas políticas públicas.

¿Por qué la situación económica del gobierno federal empieza a afectarse por la crisis financiera de Pemex? Se trata de una empresa productiva del Estado, esto quiere decir que es una empresa, con activos, pasivos y capital, que debe producir utilidades y que su dueño es el gobierno federal. Pemex debe muchísimo dinero, su deuda asciende a más de 105 mil millones de dólares, es la petrolera más endeudada del mundo.

La relación de deuda a activos totales que tiene Pemex es casi de 1:1, es decir que por cada peso que tiene, debe 1 peso de pasivo, lo que significa que lo que tiene lo debe todo y prácticamente se encuentra descapitalizada, y de continuar así se encontrará en quiebra técnica.

Ante esta realidad es necesario que el gobierno, el dueño de Pemex, tenga claridad en las prioridades de inversión y en la política de “ordeña” a la petrolera. Quitarle carga fiscal a Pemex obligará al gobierno a implementar una reforma fiscal que permita incrementar la recaudación.

El presidente López Obrador debe salir de la negación, reconocer la realidad, y comunicársela al pueblo hablándole con la verdad. Sacar a este país adelante del nivel de rezago, deuda y corrupción en que lo entregaron los “prianistas”, nos va a costar “sangre, sudor y lágrimas”.

El presidente deberá entender que no podrá cumplir muchas de sus promesas, so pena de agravar la situación económica de los mexicanos. Como ejemplo inmediato, está la refinería de Dos Bocas ya que no es el momento de aferrarse a esta inversión, cuando la realidad le exige invertir en exploración y extracción de crudo. Su terquedad ya le ha costado al país la degradación de la calificación de la deuda soberana.

A AMLO le funcionó mentir en la campaña, por lo que ganó con amplio margen de votos. Hoy es necesario que le hable al pueblo con la verdad, no hacerlo le robará al pueblo la esperanza, porque la terca realidad terminará imponiéndose.

Ingeniero industrial y empresario

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