“Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.” Artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH).

El mundo entero y desde 1948 ha venido reconociendo que “..la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”, y también que “…el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad” (Preámbulo de la DUDH).

Es por ello que toda persona que se considere a sí misma “humanista” debe reconocer y respetar la dignidad de la persona humana y por tanto respetar a cabalidad lo contenido en la DUDH y entre ello; no atacar honras y reputaciones.

Por lo anterior y dado que el Sr. Presidente López Obrador se ha definido a sí mismo como “humanista” y dada su investidura es que debiese, más allá de la obligación constitucional de respetar los derechos humanos de las y los mexicanos y de que hoy México requiere unidad para vencer las adversidades, ser un ejemplo a seguir en lo que se refiere a no atacar la honra y reputación de las y los mexicanos.

FUENTE DE LOS DESEOS: Ojalá el Sr Presidente deje atrás la práctica cotidiana de pisotear la honra y reputación y en sí los derechos humanos de quienes considera sus adversarios. Ojalá recuerde que su cargo no le autoriza a violentar derecho humano alguno de cualquier persona sino todo lo contrario, que su investidura lo obliga a ser ejemplo a seguir en el respeto de los derechos humanos. Ojalá recuerde que la historia lo juzgará sobre como respeto e hizo respetar los derechos humanos y el “estado de derecho”.

Comisionado del Consejo Estatal Contra las Adicciones (CECA). @TAMBORRELmx

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