Aunque la sabiduría popular dice que no hay quinto malo, en materia de informes de gobierno, para los dos más recientes gobernadores emanados de Acción Nacional su penúltimo informe más que bueno, ha sido malo y hasta inexistente.

Recordemos que en el caso de Francisco Garrido Patrón: su penúltimo informe no existió pues se hicieron modificaciones al marco legal para ajustar fechas y de esa manera el quinto informe que hubiera correspondido a julio de 2008 se rindió hasta febrero del 2009 y que formalmente sería el último informe de gobierno.

En el caso de Francisco Domínguez Servién, por la pandemia del Covid-19 que ha obligado a suspender actos masivos terminó por afectar su acto de rendición de cuentas y aunque se hizo el acto protocolario ante los diputados; el acto popular, el famoso baño de pueblo que los gobernadores se dan tras cumplir sus obligaciones legales, no existió.

Aunque a nivel nacional el día de informe de gobierno ha dejado de ser el día del presidente, en Querétaro esta vieja regla del sistema político se niega a morir y los años anteriores los gobernadores tenían su evento para festejarse y congratularse por lo que consideran sus logros.

Este 2020, el gobernador Francisco Domínguez tiene poco que celebrar y no sólo por la pandemia, donde en pleno confinamiento fue captado en una carne asada, sino porque este año ha sido particularmente negativo para su imagen pública por los señalamientos a su primer círculo de su equipo de trabajo, en donde a Guillermo Gutiérrez, su secretario privado, fue captado en un video recibiendo fajos de billetes.

El peor golpe que recibió Domínguez Servién llegó en la denuncia de Emilio Lozoya donde lo señala de haber recibido dinero a cambio de apoyar la reforma energética. Claro que el gobernador ya ha desmentido esas aseveraciones y las pone en duda por venir de un delincuente.

El penúltimo año de gobierno de Francisco Domínguez está resultando ser más complicado de lo esperado. Aunque el proceso electoral que está por arrancar le quitará reflectores de encima para trasladarlos a los candidatos, no descartemos que los opositores insistan en recordar la denuncia de Emilio L. durante la campaña y quede como tema recurrente.

Así, el quinto año de gobierno de Francisco Domínguez ha resultado una pesadilla y ya solo le queda preparar su cierre de gobierno y saber que le depara el destino político pese a que ya desde el año pasado ha descartado buscar otro puesto de elección popular, aunque recordemos que los toreros, como los políticos, jamás se retiran.

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