Uno de los renglones que más trabajo nos cuesta a los seres humanos es el amor. El amar a la persona correcta y buscar ser amado en plenitud, o al menos sentirlo. No todas las personas tienen la capacidad de amar, por lo que salen de una relación intensa y entran a otra con mucha facilidad, por eso estoy convencida de que si bien el amor no es tan complicado, sí es un arte que se debe desarrollar lentamente, como quien aprende a pintar, a esculpir, a tocar algún instrumento, se requiere tiempo, constancia, conciencia, pero sobre todo, pasión.

La plenitud en el amor puede ser subjetiva, de pronto hasta confusa, le damos una formula al sentimiento tal como a+b=c  y nos creemos y creamos tanto esta fórmula que cualquier alteración u orden en los factores nos hace no resolver la ecuación. Compramos ideas falsas de lo que verdaderamente es el amor, creamos en nuestra mente un mundo tan perfecto que cualquier situación extraña nos frustra, nos desilusiona, nos hace perder de vista los momentos gratos.

Debemos entender que el amor se da por etapas, de diversos matices, en la etapa inicial por lo regular tenemos una meta en común y sacamos de manera inconsciente lo mejor de nosotros tanto física como conductualmente. Ambos ganamos terreno, vamos sintiéndonos en zonas de confort y empezamos a sacar al yo real y verdadero, eso no quiere decir de ninguna manera que hayamos fingido y nuestro yo real sea malo o perverso, sino que confía en que el amor les permitirá aceptarse, valorarse y respetarse tal cual somos, así, al desnudo, acomodándose con amor sin juicios.

El primer error que cometemos en ese vasto mercado del amor es elegir a la persona inadecuada resultado de nuestras creencias y situaciones culturales que nos forjan un patrón no elegido sino ya establecido en nuestra mente. Mientras no sanemos esas heridas y aclaremos con amor esos aprendizajes adquiridos, nuestra elección será siempre bajo el mismo patrón y repetiremos historias con aprendizajes muy dolorosos.

Errores comunes que pueden llevar  a una relación al fracaso: 
—No darte el tiempo de cerrar una relación anterior, ya que podrás confundir amor con necesidad de cubrir un vacío, y a la larga, éste se hará más profundo si no logras perdonar, soltar y sanar las heridas anteriores. 
—No saber con certeza qué queremos o esperamos de una relación, esto nos hace vivir siempre a medias. 
—Guardar “por evitar problemas” situaciones que nos duelen, a la larga hará que busquemos un detonante en cualquier diferencia por sencilla que sea. 
—Tener expectativas. Es mucho mas sano resolver el aquí y ahora y no construir castillos en el aire. 
—Creer que existen relaciones perfectas… Asumamos que los seres humanos somos imperfectos por naturaleza. Más que evitar diferencia aprendamos a resolverlas de la manera mas asertiva. 
—Amemos sin culpas, sin suposiciones, solo amemos…
—Y recuerden…merecemos ser felices… NO PERFECTOS,

Gracias por darte el tiempo de leer mi columna. Sigo al pendiente de tus comentarios y sugerencias, ¿qué tema te gustaría que abordara? Exprésate, para mí, es un placer compartir contigo…Linda vida. (Puedes enviar un WhatsApp al 9982412230, dejar tu comentario en mi página de Facebook “Aprendiendo a Vivir” o “Gloria Villalobos” o en la página de EL UNIVERSAL.


Frases para trabajar esta semana:

“Ámame, acompáñame, 
acéptame”
“Recuerda que mi imperfección no me hace amarte menos” 
“Amo la vida con 
todos sus colores”

Recomendaciones de libros que pudieran ayudar en el tema que estamos trabajando:

— “El Poder del Ahora”, E. Tolle. 
— “Amarse con los ojos abiertos”, de  J. Bucay.

“Aprendamos a vivir, 
llenando de colores 
maravillosos nuestra vida”

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