Amealco de Bonfil, Colón y San Joaquín buscan a través del programa federal “Pueblos Mágicos”, ser reconocidos por sus atributos simbólicos, leyendas, historia y  manifestaciones socio culturales a la oportunidad  de ser nombrados “Pueblo Mágico” como los 83 que existen en el país y sumándose a Cadereyta de Montes, Jalpan de Serra, Bernal y Tequisquiapan con los que ya cuenta Querétaro. Pero; ¿Qué es lo que no sabemos de este nombramiento? ¿Cómo se obtiene el titulo? y ¿Cuál es la realidad de los “Pueblos Mágicos”?

El Gobierno de la República a través de la Secretaria de Turismo Federal ha lanzado un nuevo planteamiento para otorgar el reconocimiento como pueblo mágico a las entidades que así lo soliciten debido a que el numero de certificados se duplico del 2009 al 2012 de 36 a 83 y en la que ha puesto como principal requisito que no solo los gobiernos estatales y municipales sino también la sociedad deben ser “parte viva” de sus pueblos mágicos.

Algunos de los requisitos que se incluyen a la larga lista para ingresar, está el que la Sectur realice una inspección minuciosa para la “aceptación preliminar”,  invertir por lo menos dos años seguidos en imagen urbana y que la entidad establezca un compromiso oficial de inyección de recursos por tres años, la presentación de un plan de desarrollo a corto, mediano y largo plazo y la formalización de un comité de seguimiento, a lo que,  si me permiten sería bueno incluir, se solicitara “la mejora en la calidad de vida de sus habitantes” puesto que en la mayoría de los “Pueblos Mágicos” viven en condiciones precarias y uno de los objetivos de este programa es precisamente es incentivar la actividad económica del lugar.

Otro de los grandes cambios en el programa es que cada pueblo ahora contará con una tipología, dependiendo de su grado de desarrollo, siendo la más alta “gran turismo” la cual se entregará solo a destinos consolidados. Siguen las distinciones “5 estrellas” para los pueblos en desarrollo, “4 estrellas” para los considerados potenciales y “3 estrellas” para los que se encuentren en construcción. Los pueblos estimados como “gran turismo” tendrán posicionamiento como destino nacional e internacional,  los “5 estrellas” serán nacionales y las últimas dos tipologías regionales.

Lo cierto es que para lograr el título de “Pueblo Mágico” los municipios invierten una buena cantidad de dinero, que bien alcanza para impulsar a los pobladores a mejorar sus condiciones, tener mejores escuelas, servicios de salud, salarios dignos y no sufrir pobreza alimentaria, es decir,  no solo buscar un titulo para presumir la belleza del lugar, si su interior no es totalmente sano. Nelson Mandela decía que “La pobreza no es natural, es creada por el hombre y puede superarse y erradicarse mediante acciones de los seres humanos. La pobreza no es un acto de caridad, sino un acto de justicia”. Y no digo que no se busque el titulo, al contrario, que se gane, pero que también se logre esa “parte viva”, y que con orgullo la gente pertenezca a un hermoso “Pueblo Mágico”, en donde la belleza no solo radique en fachadas bonitas, sino también en su bienestar.

Según la CONEVAL Querétaro con respecto a las 32 entidades ocupa el lugar número 18 tanto en porcentaje de población en pobreza como en pobreza extrema. Amealco de Bonfil es el tercer municipio con más pobreza del estado (76,6% de la población), le sigue San Joaquín (75.8%) y Colon (25.3%).  Tenemos  toda la esperanza y la fe de que estos tres municipios obtengan el título de “Pueblo Mágico”, que sean reconocidos en toda la extensión de la palabra, reciban un presupuesto aproximado de 8 millones de pesos por su nombramiento y “que la magia también termine con la pobreza”.

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