Planeación o #NoOlvidar
Estas semanas los fenómenos meteorológicos y naturales nos han recordado que es importante no olvidar.
Estas semanas los fenómenos meteorológicos y naturales nos han recordado que es importante no olvidar.
Sin duda uno de los mayores defectos que tenemos como Mexicanos es el “olvido”, dicen que somos de memoria corta; sin embargo para quienes nos apasiona el desarrollo urbano y la planeación estratégica, el “olvido” no es una opción.
Para entrar al terreno de la planeación y observar buenos resultados basta con simplemente estudiar la casualidad y la causalidad, es decir, los acontecimientos cotidianos y los extraordinarios, las causas y efectos que los provocaron. La ciencia de la planeación es algo que en las Administraciones Públicas debe volverse un todo y un principio sin fin; es decir se debe ser constante, sobre todo en materia de desarrollo urbano, obras públicas y protección civil, sin embargo, estos fenómenos naturales que acontecieron en recientes fechas en nuestro país nos han dejado la lección de que algo estamos haciendo mal.
Todos deberemos preguntarnos, ¿porque dejamos pasar 32 años para que nuevamente la sociedad entendiese cuál es su papel? Y darnos cuenta que no requerimos de un gobierno que nos diga que hacer para salir juntos sin distingos, o como ayudar al prójimo, o como organizarnos dejando partidos, credos, clases sociales, izquierdas, derechas.
Pero deberemos también preguntarnos como sociedad: ¿cuándo permitimos que la corrupción se impusiera a la ética de constructores o desarrolladores? ¿Cuándo dejamos de exigir como sociedad organizada que se cumpliesen con los planes de riesgo o los planes de desarrollo, se cambiasen usos de suelo? ¿Cuándo como ciudadanos nos permitimos el lujo de vivir en un departamento o vivienda que sabíamos representaba un riego por la zona donde estaba, por lo antiguo o por lo mal construido? ¿Cuándo como padres o madres dejamos de ver que el Colegio donde asistían nuestros hijos, o nuestras oficinas o comercios se ubicasen también en zonas inundables o que no tuviesen permisos adecuados para funcionar?
En Querétaro desde el año 2000 y 2003 la planeación y preocupación por estos temas quedaron abandonadas, a la suerte de los gobernantes en turno. Desde hace años hemos insistido en que en Querétaro la planeación se dejó al olvido, se ha privilegiado el crecimiento desmedido sin planeación, principalmente en Municipios como Querétaro, San Juan del Río, El Marqués y más recientemente Corregidora, se han olvidado por completo de los planes Estatales y Municipales de desarrollo, realizados y plasmados por verdaderos urbanistas allá por los años 2000 y 2003; muchas de las obras, programas y acciones aún están en el olvido, en algún cajón archivado.
Por mucho que hoy quieran Marcos Aguilar Vega, Protección Civil y la SDUOPE decir que es una catástrofe extraordinaria lo sucedido el pasado martes 26 de septiembre, la realidad es que, las inundaciones son fenómenos constantes y cotidianos en el estado de Querétaro, que han sucedido desde su fundación; baste recordar que cada 3 o 5 años se repiten fenómenos como el de la Niña y el Niño y que producen situaciones similares a la del pasado martes.
Siempre que suceden éstas “atípicas lluvias” vemos inundaciones como las que ocurrieron en varios Municipios, por esta razones sostengo que lo que ahora toca hacer a los ciudadanos es no olvidar y actuar, habrá que preguntar ¿por qué en Querétaro o en San Juan no se han adoptado acciones en favor de los Ciudadanos que permitan contar con un seguro contra estos fenómenos?
Para no olvidar, al igual que en CDMX, después de atender las urgencias, habrá que hacer recuento de daños, de horas de trabajo perdido de no poder salir a tiempo, de inmuebles que se perdieron, de calles, obras y recursos públicos —dinero de los ciudadanos— que se llevó el agua por falta de planeación y que de seguir haciendo sólo parches temporales, volverán a ocurrir desastres.
A razón de estos análisis, debe haber responsables, y no solo de los gobiernos en turno —estatal, federales y municipal— que por falta de planeación o prevención no actuaron a tiempo, también de los anteriores, que no atendieron construcciones en zonas de riesgo, pero también de la sociedad, de los colegios de profesionistas que no supervisan a sus agremiados, de los constructores y sus asociaciones que lucran con zonas que a sabiendas representan riesgos y aun así construyen, y de instituciones financieras o mercantiles que no revisan lo que hipotecan o lo que venden, y de aquellos políticos que fingen ser líderes de una oposición callada que no defiende los intereses de los ciudadanos. ¡Por ello será importante no olvidar!