Se cumplieron 100 días del gobierno de Donald Trump y una declaración acaparó la atención mundial: “Pensé que sería más fácil”, realmente ha sido un inicio complicado, ha logrado que el puesto de Presidente de  Estados Unidos quede en entredicho; entre sus amenazas no cumplidas  y las derrotas en los juzgados de sus órdenes ejecutivas. Ha mostrado que no tiene el oficio necesario, pero eso sí, ha mantenido la atención mundial con creces, es más, dicen que gracias a él Twitter no ha desaparecido, con su gran cantidad de mensajes que envía diariamente en esta red social, ha logrado que no pierda seguidores.

Aunque hay que reconocer que los números logrados en estos 100 primeros días son halagadores, el índice de Wall Street ha subido  11%, el desempleo ha bajado de 4.9% a 4.5% y se han generado 17 mil  nuevos empleos, logros importantes.

Un empresario del tamaño de Donald Trump está acostumbrado a imponer su voluntad, no a negociar sus decisiones, eso lo ha llevado a varios de sus reveses en los juzgados, sabe medirse por índices y conoce como lograrlos, lo ha hecho, aunque si no logra tener una base sólida, no lo mantendrá en el largo plazo. Ya lo dijo, que era mejor su vida antes de ser Presidente, por algo será.

Lo anterior me lleva a tres grandes conclusiones: Los populistas no son solamente de izquierda, también los hay de derecha. Las medidas populistas dan resultados al inicio. Y a Carlos Slim seguro no le conviene buscar la Presidencia de México.

Donald Trump puede considerarse que tiene una semejanza con Andrés Manuel López Obrador, ofrecen lo que la gente quiere, dicen las cosas que quieren oír, pero de ahí a transformar al país hay una gran diferencia. Él conoce mejor la política, pero ha jugado siempre como oposición y es ahí donde ha logrado sus grandes triunfos mediáticos, otra característica de los populistas. 
En el Estado de México  hay una guerra abierta de los candidatos a gobernador, todo espacio disponible tiene un anuncio espectacular de alguno de los candidatos, pero recibiendo el impacto como supongo lo reciben los mexiquenses, ninguno me convenció.

Josefina Vázquez, del PAN, tiene como eslogan “Más que un cambio”, no queda claro qué quiere hacer exactamente, además sus fotos están sumamente retocadas, que la hacen ver falsa, las imágenes seleccionadas no conectan del todo.

Alfredo del Mazo, del PRI, utiliza la frase “Fuerte y con todo” cierra el puño y levanta la mano, trata de comunicar que van con todo para hacer lo que promete, que tiene mucha fuerza, lo malo es que tiene cara de buena gente y como que no se le cree que será lo suficientemente fuerte, no parece duro.

Delfina Gómez, de Morena, es la que mejor utiliza los espectaculares, su mensaje es “La Esperanza se vota” siendo consistente con el discurso que llevó a Andrés Manuel López Obrador en su campaña anterior y que le dio buena cantidad de votantes, su foto conecta mejor que las de sus oponentes.

Juan Zepeda, del PRD, con la frase “Sí puede” no le permitirá dar el vuelco que requieren los números, si cuida un poco más los detalles de las fotos, pero no hace nada suficiente para acercarse a los punteros.

Han exagerado en el uso de los espacios publicitarios, se llega a poner dos carteleras, como también se les llama, juntas, solamente para bloquear a la competencia, se ve el desperdicio de presupuesto de los candidatos, en verdad debería de limitarse de alguna manera.

Ayer se llevó a cabo el desayuno de celebración del Día del Trabajo en nuestro estado, en sustitución del tradicional desfile, algo que se había desvirtuado totalmente, lo aprovechaban las organizaciones políticas o sociales para quejarse y lograr los reflectores, se disfrazaban de trabajadores y buscaban sus propios intereses; fue una buena decisión, ya no cumplía su objetivo.

Llama la atención la ausencia de Marcos Aguilar en este evento, comenta que no le enviaron invitación, aunque me aseguran en la CTM que sí enviaron la invitación, así están las cosas. 

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