La posible visita del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, a nuestro estado despertó el interés de propios y extraños, por un lado la oposición estuvo pendiente de su llegada para ver cuál era el mensaje que compartiría en la reunión de militantes y simpatizantes de Morena, por el otro las figuras de la 4t en Querétaro hicieron espacio en su agenda para formar parte de esta “reunión informativa” en las instalaciones de un hotel al sur de la ciudad.

Por cierto, qué lejos quedan aquellos ayeres en donde Morena utilizaba el voluntariado y las plazas públicas para congregar a  los convencidos del proyecto morenista, espero con deseo auténtico que esos tiempos retornen, un hotel le queda chico al movimiento que llevó a  Andrés Manuel López Obrador a la silla presidencial.

Para los asistentes fue una oportunidad de hacerse presentes, por un lado la militancia demostró que está a la altura del proyecto que representa Morena,  los compañeros brigadistas hicieron notar su fuerza, misma que funge como principal motor para recorrer calle por calle, informando sobre procesos como la revocación de mandato o reforma eléctrica. Del otro lado del salón, en los espacios donde las cámaras y reflectores se encuentran, se situaron dirigentes del partido, representantes populares, responsables de las brigadas y uno que otro personaje carente de autoestima que poco le importó recibir abucheos y quejas del público, con tal de aparecer en una fotografía que lo único que demuestra es la lucha de egos que se vive al interior del partido del presidente en su sucursal local.

El evento inició con el clásico aplauso de cortesía para la dirigencia local, sin pena ni gloria, acto siguiente la molestia colectiva se hizo notar con cuatro de los cinco diputados  que tuvieron la poca cara de acudir al evento y encima reclamar un lugar en lo que ellos consideren “lugares de honor”, la presencia del extitular de la UIF, Santiago Nieto, sorprendió al público general; sin embargo, en el vitoreo de la gente no reflejó el apoyo que hasta hace unos meses tenía.

El que llamó la atención por el respaldo mostrado, fue el senador Gilberto Herrera, quien no sólo dio una clase de sencillez y humildad al cederle su lugar a una excandidata que reclamaba un espacio en el presídium, sino que encendió los ánimos con su discurso y logró opacar la presencia de los asistentes gracias al alto nivel de aceptación y apoyo que tanto brigadistas, como militantes y simpatizantes, le demostraron a la hora de su presentación. Es claro que Rabindranath Salazar Solorio, (actual Subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos religiosos) informara a la mano derecha del presidente sobre lo que le tocó presenciar el jueves pasado.

El termómetro estuvo al rojo vivo, el saldo se reduce a una dirigencia que goza de la indiferencia, unos diputados que los reprueban sus compañeros  de partido, una excandidata que lo único que se llevó a su casa fueron reclamos y abucheos, exfuncionarios que pasaron sin pena ni gloria y un senador que demostró una vez más su altura política, el respaldo popular que tiene y sobre todo la sencillez que lo ha hecho avanzar en los diferentes ámbitos en donde se ha desarrollado.

Al tiempo, aunque es claro que la carrera para el 2024 ha iniciado, hay poca claridad en el partido movimiento local para definir perfiles, sin embargo el jueves pasado, solamente hubo un triunfador y ese fue Gilberto Herrera.

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