El final de año nos permite recordar y reevaluar una serie de temas domésticos muy significativos que rondan desde la pandemia de Covid-19 y su endeble respuesta del gobierno para atenderla, como del caos en el que están sumergidos los fideicomisos de ciencia, cultura, artes, derechos humanos, etc., entre otros asuntos. Pero un tema que cada día cobra mayor y mayor interés en el país es el de las elecciones de gubernaturas del próximo año. ¿Cuál es el panorama en el que se incrusta Querétaro en este contexto?

Desde hace meses, e incluso años, se han barajeado un abanico de nombres que podrían contender por la gubernatura del estado de Querétaro. Con el ascenso de Morena, en general en el país, otra variable se acomoda en la lista de partidos políticos a considerar para las elecciones populares para la gubernatura en 2021, situación que no existía en 2015 cuando fue la vez más reciente que se votó por gobernador. Por ello,  estas elecciones cobran una importancia y atención particular que ha crecido de forma apabullante en las pasadas semanas.

En esta ilustración se remarca la renuncia, hace unos días, de Gilberto Herrera Ruiz como Coordinador Estatal de los Programas de Desarrollo del Estado de Querétaro, supeditado a la Secretaría de Bienestar (anteriormente llamada Secretaría de Desarrollo Social), con el objetivo de cumplir con las indicaciones del mandatario Andrés Manuel López Obrador para ser elegible en Morena para participar en contiendas de elección popular; es decir, para la gubernatura de Querétaro. Para esto es importante saber que Santiago Nieto Castillo, el otro candidato que sonaba fuerte para la contienda gubernamental, ha asegurado que se quedaría fuera de la competición para enfocar su labor en la Unidad de Inteligencia Financiera.

El terreno del análisis para identificar quién podría ser el siguiente gobernador es ahora más sólido que lacustre. La especulación en torno a esto indica que habría dos fuerzas políticas que al final se enfrentarían con más peso para la gubernatura: la panista y la morenista. Aquí es donde entra en escena la encuesta realizada en Querétaro por EL UNIVERSAL en donde se preguntó a los queretanos por cuál partido votaría en las elecciones de gobernador en 2021. De acuerdo con la información recopilada, el 39% de las personas encuestadas votaría por el Partido Acción Nacional (PAN), mientras que casi un 13% votaría por Morena. Una tercera fuerza política, materializada en el Partido Revolucionario Institucional, obtuvo casi un 6% de preferencia.

Es importante decir que las encuestas son herramientas para conocer preferencias, opiniones, intereses, etc., de las personas con respecto a temas particulares. No obstante, sólo ilustran una parte de la realidad que no necesariamente se replica en el resto de ella. Por ende, no siempre son certeras, es decir, en este tiempo de las elecciones presidenciales estadounidenses, basta con recordar las encuestas de 2016 que apuntaban que Hillary Clinton superaba a Donald Trump en las preferencias populares, y al final el candidato que se mostraba desfavorecido en las preferencias fue el que finalmente venció. Ese evento nuevamente nos sirve para contemplar la opción de que las encuestas ilustran, pero hay que atender la posibilidad de que la realidad sea una similar, o incluso ampliamente diferente.

Aún falta un trecho considerable para las elecciones gubernamentales en Querétaro. Los siguientes meses serán enteramente cruciales para los partidos involucrados, especialmente para Morena y el PAN. Así como un candidato puede mantenerse en la preferencia popular y vencer, como otro puede ser blanco del apoyo popular creciente y convertirse en gobernador de la entidad.

La carrera para sustituir al actual gobernador, Francisco Domínguez, apenas empieza.

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