Otro revés a Marcos Aguilar | Querétaro

Otro revés a Marcos Aguilar

Jerónimo Gurrola Grave

Desde su toma de posesión como alcalde de la capital del estado, Marcos Aguilar ha ido “de tumbo en tumbo”. A escasos días de asumir el poder anunció su proyecto de invertir el dinero del erario en obras no prioritarias como pintar los puentes de la ciudad con un costo de 16 millones de pesos; aprobó la privatización del servicio de limpia que no ha funcionado; contrató un helicóptero para que sobrevolara la ciudad “para combatir la delincuencia” (funcionaba mejor como despertador de la población) con un costo de más de 40 mil pesos diarios, sin resultados; puso en venta las casas de cultura y bibliotecas de la capital, que se salvaron por las protestas de escritores, pintores, actores y músicos, al demostrarle que los bienes públicos no son sujetos a ventas.

Intentó a través de su jefe de seguridad pública castigar con arresto a los elementos policíacos que fueran sorprendidos tomando alimentos en la vía pública e incumplió su promesa de resolverles sus necesidades de vivienda y prestaciones; intentó sin éxito reglamentar injustamente los mercados municipales, impidiendo la transferencia de sus locales a familiares, entre otras causas, por muerte o incapacidad del titular, o porque el local permanezca cerrado por 30 días consecutivos o 90 días a lo largo de un año.

Y entre otros, Marcos Aguilar junto con su secretario de movilidad, Mauricio Cobo Urquiza, decidió establecer un negocio llamado “sistema de bicicletas compartidas “ y “democratizar” la vía pública, rentándole las calles a la empresa Aquiles Park para la instalación de parquímetros, por el 85 por ciento de los ingresos a lo largo de 15 años, por un tiempo máximo de tres horas a cada automovilista, sin importarle la opinión contraria de vecinos y comerciantes del centro histórico y sin tomar en cuenta el libre tránsito que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

En este último caso, el día programado para iniciar el período de prueba para que los ciudadanos se familiarizaran con su funcionamiento, el alcalde capitalino anunció en rueda de prensa la cancelación definitiva de la concesión de parquímetros y el sistema de bicicletas compartidas para la capital, por una serie de incumplimientos en los que habría incurrido Aquiles Park. “Es una decisión que se ha tomado desde gobierno municipal y se refiere particularmente a la cancelación del contrato en concesión que otorga a la empresa Aquiles Park para la instalación de parquímetros y sistemas de bicis compartidas”, dijo.

Me pareció increíble el comentario de Marcos Aguilar, cuando señaló que él toma sus decisiones sin pensar en el costo político ni en las próximas elecciones, sino en las próximas generaciones; que cancelar la concesión obedece a poner por encima el compromiso de los ciudadanos, la transparencia y el bienestar de las familias de los queretanos y reiteró que la concesión a Aquiles Park se les cancelará por su incumplimiento y porque es “sensible” a la situación económica nacional. “Así es como yo tomo las decisiones. No por pequeños grupos de interés que pretenden obstaculizar el desarrollo de nuestra ciudad en beneficio propio”, remató.

¿Por qué Marcos Aguilar no dice la verdad? Por eso la gente cree cada vez menos en los políticos. A nadie engaña con su cuento de que se desiste de la instalación de parquímetros sin pensar en el costo político. Le sería más redituable reconocer su error con humildad, pues aún está a tiempo de rescatar algunos votos de los queretanos. Pero, ¿por qué me ocupo de este tema? Porque hace algunas semanas, en uno de sus aciertos, después de año y medio el alcalde se comprometió a resolver algunas de las necesidades más urgentes de los antorchistas queretanos, y como no ha iniciado, esperamos que no haya cambio de timón.

Dirigente estatal del Movimiento Antorcha Campesina.

@jggrave

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