Hoy es el Día Internacional del Orgullo LGBT (por Lesbiana, Gay, Bisexual, y Transgénero), sin embargo, debido de la pandemia, que todavía no tiene fin en la gran mayoría de los países y que ha causado un sinfín de estragos a eventos relevantes en todo el globo; no se ha podido celebrar de la manera en que se tiene acostumbrada. En este sentido, su conmemoración nos permite, una vez más, comprender su importancia en el esquema internacional y revisar cuál es la situación en México y Querétaro. ¿Cómo vamos?

El Día Internacional del Orgullo LGBT, así como muchas de las conmemoraciones de días que existen nacional e internacionalmente, se originó a raíz de una protesta social que se efectuó para condenar el hostigamiento y los ataques frecuentes que la sociedad y la policía realizaban hacia la comunidad LGBT en Estados Unidos de América, particularmente por la redada policial que tuvo lugar en el bar Stonewall, en el condado de Nueva York en 1969. A partir de ese momento, cada año se desarrollaron manifestaciones para luchar por el reconocimiento y los derechos de esta comunidad. Al paso del tiempo más partes del mundo se unieron al movimiento, como Europa, América Latina, Australia y Sudáfrica, entre otras, en donde se originaron fundaciones, marchas y desfiles, como el Europride y las manifestaciones en Guadalajara.

El movimiento LBGT ha estado presente cada vez más en el entorno internacional y se ha posicionado como símbolo de lucha ante la opresión en general, justo como ha sido en recientes semanas el movimiento Black Lives Matter, cuyos ideales se remontan a varias décadas atrás. En este contexto, uno de los temas más polémicos que la comunidad LGBT ha buscado conseguir es el matrimonio igualitario. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, hay 193 Estados miembros. No obstante, hoy en día menos de una treintena de ellos, es decir, apenas el 15%, permiten matrimonios igualitarios en su territorio (o en partes de éste), siendo Costa Rica el más reciente en hacerlo (el mes pasado).

México es uno de estos países, aunque parcialmente. De las 32 entidades federativas que lo componen, en 19 el matrimonio igualitario es legal a nivel estatal, es decir, se puede efectuar de manera directa sin amparo, mientras que en los 13 restantes se necesita presentar uno. Sin embargo, en tres estados, a saber: Guerrero, Querétaro y Zacatecas, es legal en algunos municipios (cuatro de 81, ocho de 18 y tres de 58, respectivamente), y en los demás hay que hacer uso de un amparo. En este sentido, lamentablemente Querétaro no es referencia de progreso en la inclusión social ni en la libertad de las personas (sobre todo de mujeres a decidir sobre su cuerpo).

En la pasada entrega de esta columna Procesos del Poder, se habló acerca del progreso general y significativo que ha tenido nuestra entidad en varios rubros de acuerdo con el Índice de Competitividad Estatal 2020 del Instituto Mexicano de la Competitividad, lo que es de enorme relevancia para Querétaro, pero en el de “Sociedad incluyente” estamos atrasados a pesar de estar en los primeros puestos a nivel nacional. Eso en gran medida es por el limitado nivel de libertad que hay, y los ejemplos claros son el matrimonio igualitario y el aborto. Para que funcione una democracia invariablemente tiene que existir y ser ejercida la libertad, y si hay agentes políticos, por ejemplo, que se empeñan a reducir, obstaculizar y desaparecer esa libertad, entonces no tenemos democracia.

Como sociedad debemos entender que el movimiento de la comunidad LGBT no es una lucha exclusivamente de ella, no es una lucha ajena, es una lucha de toda la sociedad por hacer valer nuestra libertad y nuestros derechos en una democracia. Una sociedad unida en temas tan relevantes como este es una sociedad más participativa, menos oprimida y más atenta a exigir lo que se merece.

Twitter @NielsRosasV
niels.rosas@gmail.com

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