Ahora que están de moda los frentes políticos, yo me atrevo a proponer otro de carácter ciudadano, pero muy potente, cargado de energía positiva y constructiva, aun cuando me sepulten en “trols” ofensivos, uno más vulgar y procaz que el otro.

Propongo, “por el bien de todos”, un frente TUCAM: “TODOS UNIDOS CONTRA ANDRÉS MANUEL.” ¿Razones? López Obrador va por la tercera campaña presidencial en el 2018 sin haber explicado el origen de su fortuna. ¿Alguien puede calcular los millones de pesos necesarios para financiar durante interminables 18 años, a lo largo y ancho del país, gigantescos movimientos de masas, gastos de propaganda, viáticos de comida y hoteleros, movilizaciones de cientos de miles de acarreados, rentas de camiones y de templetes y sobornos a la prensa, entre otros tantos gastos más? El PRI puede contestar porque domina el tema al haber financiado campañas durante 80 años con los ahorros de la nación. ¿Se puede lograr el objetivo con los 50 mil pesos mensuales que dice ganar AMLO? Seamos serios…

Más razones: AMLO, quien declaró sin pestañear que Fidel Castro “era un gigante”, lamentó su fallecimiento atreviéndose a llamarlo “presidente”, para agregar que “durante décadas (el brutal dictador) mantuvo libre, independiente y soberano a su pueblo.” (Excelsior 26/11/2016) ¿Qué…? A continuación remató con este argumento: “para nosotros el comandante es un luchador social y político de grandes dimensiones.” ¿Quién quisiera a uno de los Castro dirigiendo a México más allá de 30 segundos? ¿Usted…?

Aclaremos: Castro fue un tirano represor, fusiló a sus opositores, impidió durante más de medio siglo la celebración de elecciones democráticas, destruyó la economía de Cuba, acabó con los empleos productivos de las empresas privadas, extinguió la libertad de expresión y propició el surgimiento de los “balseros”, quienes preferían lanzarse al mar con el peligro de morir ahogados o devorados por los tiburones, antes continuar padeciendo los horrores del “paraíso comunista castrista.”

A Castro, el “gigante” de AMLO, jamás lo absolverá la historia y deseo que el monstruo jamás descanse en paz…

López Obrador es un político fósil, carente de ideas modernas, las necesarias para construir el México del futuro. No le entiende al clausulado del TLC ni podría conducir ni aconsejar la dirección de las negociaciones ni sabrá cómo proceder ante la integración de una Unión Norteamericana, al estilo de la europea, con la desaparición del peso, como dejaron de existir las pesetas, los florines y los marcos con tribunales supranacionales, en un marco legal de vanguardia, que bien podría darse, con sus excepciones migratorias, tan pronto renuncie o destituyan a Trump, quien, obvio es, al menos sabe manejar el Twitter, para el daño universal, sí, pero conoce la tecnología. ¿Y López? ¿Ha entrado a Instagram? ¿Habla inglés? ¿En esas condiciones estimulará el desarrollo de la tecnología y de la ciencia en México si carece de las nociones elementales y, por ende, la importancia de dichos temas?

En su más reciente “libro” intitulado 2018: La salida, en realidad la salida al abismo, AMLO confirma que sus propuestas válidas hace medio siglo, hoy volverían a conducir a México a una pavorosa bancarrota. Pemex está quebrado de punta a punta por la corrupción y la ineficiencia de sus planteles directivos y aún así AMLO insiste en la construcción de refinerías con valor de 420 mil millones de pesos y en la burocratización de la energía, porque cuando él llegue al poder todos los funcionarios federales y estatales se convertirán en Carmelitas Descalzas y nacerá mágicamente un México nuevo, como corresponde a un misionero enviado por Dios para construir una “República Amorosa” horror, con la que tampoco no convenció a los banqueros neoyorquinos. A nadie con dos dedos de frente puede convencer con otro gasto, ésta vez de 550 mil  millones de pesos (afortunadamente no en dólares) para becas, aumentos salariales, apoyos económicos a la población y sin aumentar impuestos ni endeudar al país ni tratar de imprimir dinero fresco. ¿López Obrador será el nuevo David Copperfield que podrá instrumentar su decálogo que vale 1,020,400,000,000, sí un billón 20 mil cuatrocientos millones de pesos, insisto pesos, no euros…)

El espacio no me permite extenderme más en el tema, (me sobra mucha tinta), solo concluyo con la idea de crear un “TUCAM” y salvar a México de este temerario populista que como decía Mencken, “predica ideas falsas entre personas que sabe idiotas…” No lo permitamos. Un adorador de Castro no le debemos permitir un solo paso más. Las evidencias están a la vista. Es claro que los mexicanos estamos hartos del PRI, de la delincuencia perfectamente organizada dentro del gobierno y que se justifica un voto de castigo que equivaldría a darnos un tiro en el paladar de llegar AMLO a Los Pinos. Saldría mil veces peor el remedio que la enfermedad. ¡Cuidado con el voto visceral!, mejor echemos mano del racional… Armemos un TUCAM…

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