Hay una frase del escritor Renato Leduc dice “sabia virtud de conocer el tiempo”, la he repensado varias veces en estos días, reconocer que el tiempo pasa y mirar el paso de este a manera de reconciliarse con él. En nuestra Universidad Politécnica de Querétaro existen motivos de sobra en donde esta frase es, no solo pertinente, sino necesaria; como lo hemos comunicado a toda la sociedad queretana, nuestra UPQ cumple XVII años de creación, el 31 de enero, celebramos el décimo séptimo aniversario del primer día de clases y el evento dio pie a la nostalgia del camino recorrido y a la esperanza del camino por andar. Vale la pena volver la mirada a los pasos que nuestra universidad ha caminado y reconocer el camino andado, pero, sobre todo, los pasos de quienes con ella caminaron y agradecer. Estas letras se escriben con este propósito.

Hace poco más de 17 años, la UPQ no existía, si acaso habitaba en los sueños de poca gente que se dieron a la tarea de materializarla, de hacerla real, de darle vida.

El maestro Carlos Arredondo Velázquez, primer rector y fundador de la Universidad, fue el encargado de realizar esta labor titánica que implicó gestionar recursos, buscar un espacio asequible y conseguir estudiantes, que, como el maestro Arredondo, compartieran el sueño de fundar una Universidad. No fue poca cosa, la primera generación empeñó sus sueños y los depositó en nuestra universidad y el maestro Arredondo se encargó de materializarlos.

Después de creada, era menester que nuestra UPQ, tuviera sus colores, su mascota, su porra, y el doctor Carlos Pacheco Loustaunau dotó a nuestra universidad de un estilo propio, dotó a la universidad de una identidad propia, creció en infraestructura y se consolidó la apariencia linda de nuestra casa de estudios, la UPQ se dio a conocer a nivel nacional. La semilla que el maestro Arredondo sembró, el doctor Carlos Pacheco la hizo germinar.

La semilla que germina, si es bien cuidada, florece, y ese fue el caso de la doctora Martha Elena Soto Obregón, tercera rectora de la UPQ, ella tomó el sueño ya materializado, y con una identidad propia. La doctora se encargó de consolidar nuestra universidad ante organismos evaluadores, creo sistemas de gestión de calidad y potencializó a la UPQ a nivel nacional. Cuando la pandemia cerró escuelas y negocios, ideando modelos de educación mediada por computadora, la UPQ no cerró sus puertas ni un solo día: se siguieron dando clases, asesorías y tutorías ahora en la modalidad virtual.

De la mano de la, ahora secretaria de Educación, se mantuvo floreciente la universidad, fuimos la única politécnica que no disminuyó su captación de estudiantes, sino que la acrecentó.

La universidad no solo florece, sino que ahora da frutos. Con tan buen trabajo precedido, es imperante doblar esfuerzos, el trabajo de esta actual administración es consolidar lo realizado y emprender nuevos retos, seguir creciendo e innovando, actualmente, la UPQ reconocida como una de las mejores universidades del país, es de las politécnicas más consolidadas, es punta de lanza en varios rubros educativos.

@CarlosCacl
 carlos.contreras@upq.mx

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