Empapado en una actitud y en un discurso enardecido y patriotero —que no patriota— el gobierno de la Cuarta Transformación ha basado su política en materia de energía en lo que denomina la “soberanía  energética” y que consiste en que México, por conducto de Pemex y CFE, produzca directamente todos los combustibles y toda la energía eléctrica que el país requiere. Según el presidente en 2024 seremos autosuficientes. Con ello supuestamente no dependeremos ni de los suministros del exterior ni de las “voraces” empresas extranjeras ya instaladas en el país. Dice el presidente López Obrador que así no nos volverán a saquear.

Desgraciadamente la realidad es muy distinta a como la pinta el presidente. En materia de petrolíferos —gasolina, diésel y otros combustibles— primero tendríamos que extraer los dos millones de barriles diarios que se estima se requieren para producir los combustibles que hoy necesitamos. Una meta que todavía parece lejana si consideramos que hoy estamos extrayendo solo un millón 600 mil barriles de petróleo al día y que de momento y hasta que no se concluyan las obras de Dos Bocas, como también las que se ejecutan en las otras seis refinerías existentes, no tendremos la capacidad de refinación necesarias.

En materia de la generación de energía eléctrica, alcanzar la autosuficiencia está todavía más lejos. Aun y suponiendo que la CFE tuviese los recursos económicos para la instalación de las plantas de generación de electricidad necesarias, la dependencia del exterior no desaparece, ya que hoy cerca del 70% de la electricidad que produce CFE es generada a partir de la quema de gas natural. Gas del que hoy importamos cerca de 90%. Así las cosas y salvo que se hagan inversiones multimillonarias para producir, almacenar y conducir el gas natural a las plantas de generación, cosa que además llevaría años, seguiremos dependiendo del exterior (Nota: Sustituir la generación de energía a partir de la quema de gas natural por unidades de generación a partir de energía solar o eólica, si bien sería deseable, implicaría enormes cantidades de recursos. Recursos que el gobierno actual no dispone).

Aunado a lo anterior tendríamos que avanzar en la fabricación de equipos y refacciones así como en innovación y desarrollo de tal forma que como país fuésemos capaces de fabricarlos y así no depender del exterior.

Fuente de los Deseos: Ojalá el presidente deje de contarnos el cuento de “la soberanía energética”. Ojalá todos los mexicanos dejáramos de tragarnos dicho cuento.

Exsenador

Google News