El sábado pasado se realizó en el histórico Teatro de la República, el parlamento abierto para construir una nueva ley general de aguas. Dicho evento fue promovido y encabezado por el senador Gilberto Herrera Ruiz y contó con la colaboración de expertos en la materia, activistas e integrantes de la sociedad civil que desde su experiencia, vivencias e investigaciones, compartieron su óptica en relación al tema del agua en nuestra entidad.

Es claro que este punto se encuentra presente en la mente del gobierno local y para quienes hoy nos encontramos en la oposición; por un lado está el bloque conformado por el actual gobernador y la bancada de Acción Nacional, quienes el año pasado de manera sigilosa aprobaron una ley estatal de aguas que se traduce en un manual de otorgamiento de concesiones a privados con lo que se concreta la privatización del agua en Querétaro y deja a la deriva a la población de la entidad; del otro lado están los activistas sociales que desde su trinchera han dado la batalla para concientizar a la ciudadanía sobre el impacto negativo que tiene la “ley concesiones”; del otro lado están los vecinos de fraccionamientos como La Pradera y San Isidro, entre muchos otros, que se han visto seriamente afectados por la vulneración de su derecho humano al agua y por consecuencia su economía familiar ha sido severamente golpeada, ya que ante la ineficiencia del servicio hídrico la única solución ha sido la contratación de pipas, curiosamente justo en este servicio es donde se encuentra la parte más lucrativa del negocio relacionado con el agua; por último está el ex rector de la UAQ, quien ha sido el único representante popular que se ha posicionado en contra de la ley estatal y ha señalado que  es un método de privatización del vital líquido, sumado a ello se enfocó en la propuesta de la nueva ley general de aguas que comentábamos al inicio de esta participación, esto con la intención de defender este bien público y frenar la mercantilización del mismo.

Esto seguramente no cayó nada bien en la Casa de la Corregidora, pues exhibe a la ley aprobada en la Legislatura local y busca ponerle un alto a los privados, curiosamente el mismo día que se celebró el parlamento abierto, por la zona de la colonia el Tintero, un grupo de supuestos tianguistas se organizaron con la finalidad de acudir a boicotear el evento del senador, bajo la consigna de defender sus espacios de trabajo, situación que es ajena al legislador y que compete únicamente a la autoridad municipal, curiosamente cuando se le preguntaba a los asistentes a dicha manifestación, cuál era la razón de ésta, uno se lograba percatar que no tenían conocimiento del porqué habían sido llevados al recinto de la calle Juárez. Ante esto fue inevitable darse cuenta que los encabezados por Antonio “N” actuaban más por una cuestión político-partidista que por una auténtica defensa de sus espacios de trabajo.

Tiempo al tiempo, la esperanza de todas y todos los queretanos está puesta en esta iniciativa de Herrera Ruiz, solo es cuestión de tiempo para ver cómo votan los y las senadoras. Mientras tanto, las aguas se siguen moviendo.

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