A principios de esta semana, el gobernador del Estado dio a conocer una serie de medidas para abordar los desafíos de movilidad que enfrentamos los habitantes de la zona metropolitana de Querétaro.
Entre las medidas anunciadas, destaca la incorporación de 60 nuevas unidades de transporte público que reforzarán la movilidad durante las horas pico y en las rutas más concurridas.
Considero relevante cuestionar el tamaño de la infraestructura de movilidad en nuestra ciudad. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía cuenta con una herramienta muy poderosa para ayudarnos a dimensionar este tema: la Estadística de Transporte Urbano de Pasajeros (ETUP), un programa que recopila datos mensuales sobre los principales sistemas de transporte en el país con el objetivo de apoyar en la elaboración y/o formulación de políticas de desarrollo del sector transporte.
Esta herramienta nos permite dimensionar de manera sencilla indicadores como el número de unidades, la frecuencia de operación, los kilómetros recorridos, entre otros. Con los datos más recientes, el ETUP nos indica que el sistema de transporte público en Querétaro cuenta con 72 rutas, 540 autobuses en operación de lunes a viernes, 328 autobuses en operación los sábados y domingos, y transporta un promedio de 233,333 personas al mes.
Si comparamos estos datos con los de enero de 2022, la población transportada creció en un 21%, pasando de 192,363 a 233,333 personas, lo que representa un aumento significativo que obliga a incrementar la infraestructura de transporte.
También es importante destacar que los kilómetros recorridos del sistema de transporte queretano son 110,269 km, lo que, en comparación con otras ciudades, resulta relativamente poco.
Con las 60 nuevas unidades anunciadas por el Gobernador, el número total de autobuses ascendería a 600, lo que representa un aumento del 11.11%. Sin embargo, surge la pregunta de si esas 600 unidades serán suficientes para cubrir las necesidades de la población.
Es importante seguir analizando el tema de la movilidad urbana en Querétaro, no solo desde la perspectiva del aumento del número de unidades de transporte público, sino también desde una perspectiva más amplia que incluya medidas de fomento al transporte no motorizado, el uso de tecnologías y estrategias innovadoras para el transporte público, así como un enfoque integral que considere aspectos como la seguridad vial y la sostenibilidad ambiental.
En la siguiente entrega continuaremos explorando posibles soluciones de movilidad.
