Cuando uno tiene oportunidad de observar y analizar los resultados electorales de los pasados comicios de 2021, podría llegar a la conclusión que nuestra entidad tiene una marcada tendencia blanquiazul, y cómo no llegar a este veredicto si la segunda fuerza política que es Morena ganó únicamente el municipio de Arroyo Seco y perdió todos los distritos locales y federales que estuvieron en disputa, pero ahora a casi dos años de distancia y con un escenario federal ya volcado a la sucesión presidencial, es necesario como electores plantearnos si la aparente hegemonía panista es una realidad irrefutable o dicho descalabro morenista fue consecuencia de la clara ausencia de un líder al interior de la dirigencia ejecutiva del partido.

Me resulta difícil de entender quién es el responsable de haber designado a un personaje rodeado de polémica y peor aún, dejarle prácticamente el control total a una candidata con un importante récord de derrotas y a su equipo de trabajo, que carecía de toda afinidad con lo que representa el movimiento que pretende transformar la vida pública de México.

Pero bueno, el pasado en el pasado está y es importante solo mantenerlo como antecedente para que los tropiezos cometidos no se repitan en una futura elección que será decisiva para la continuidad del proyecto alternativo de nación.

Hoy es importante que Morena Querétaro no afloje el paso, el cambio de comité y de consejo le vino bien tanto al partido como a su militancia, la legitimidad de la que tanto se carecía hace unos cuantos meses ha sido recuperada con trabajo, con empatía, con recorridos en los 18 municipios del estado y con una marcada distancia de la politiquería barata, es claro que la hoy presidenta marca una agenda que se sustenta en las inquietudes y voluntades de quienes con su trabajo llevaron a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República, eso se nota en diferentes trincheras, pero en particular llama mi atención lo publicado por la casa de encuestas Mitosfsky,  que desde hace varios ayeres es identificada por tener antipatía por el hoy presidente.

El dato a analizar es el aumento en la aprobación del presidente, en Querétaro, ocupando el lugar 16 a nivel nacional, por encima de estados gobernados por el partido oficial, como lo es Guerrero, Baja California y Michoacán. Este ejercicio demuestra que el trabajo de AMLO cada vez es más conocido entre la ciudadanía, sumado a esto la renovación partidista y su regreso a la bases, tienen un impacto real y evidente en la preferencia de las y los queretanos.

Estoy seguro que lo publicado por Mitofsky hizo ruido en la Casa de la Corregidora, ya que históricamente la aceptación de López Obrador se colocaba en los últimos lugares a nivel nacional, situación que daba cierta tranquilidad a los que se sienten dueños del estado, tranquilidad que hoy se desvanece, tomando en cuenta que estamos en la antesala del 2024, año en el que seguramente la oposición moralmente derrotada, continuará con más pena que gloria, ante su evidente carencia de propuesta y de proyecto de nación. Tiempo al tiempo, ya se fue el primer mes del 2023 y todavía queda mucho camino que recorrer.

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