El sábado pasado  se llevó a cabo la 23 Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional.

Dicha Asamblea es el máximo órgano de gobierno del partido. Ahí se congregan los actores, personas y líderes más representativos del priismo nacional con un fin específico: determinar el rumbo de este instituto político para los siguientes años.

Es a partir de los acuerdos tomados en la Asamblea, donde se decide la línea de acción para la estructura nacional. Es un momento de reflexión, análisis y, sobre todo, autocrítica, para determinar ¿Cómo estamos?, ¿Hacia dónde vamos? y ¿Qué debemos hacer?

Hoy México está atravesando uno de los momentos más críticos de su historia reciente. Nunca habíamos vivido una pandemia como la de ahora, y menos con un gobierno tan deficiente. Siendo honestos, la prometida “gran transformación” no ha sucedido. Los cambios anunciados por el gobierno federal siguen siendo superficiales, banales e irrelevantes. No obstante, los visos de autoritarismo, centralismo y sumisión cada vez se muestran con mayor claridad.

Seamos claros: la carrera por la Presidencia de la República en 2024 ya comenzó y, en cierta forma, ya está adelantada. Muchos se empiezan a “destapar”. Aspirantes y suspirantes comienzan a salir a la luz.  En el lado del partido en el gobierno, comienzan a mencionarse nombres y perfiles; en la oposición: no hay nada claro.

Por esa razón, es urgente que un partido tan fuerte y de tanta presencia en nuestro país, como el Revolucionario Institucional, defina el camino a seguir para la próxima gran contienda electoral y, sobre todo, para impulsar el país que deseamos y queremos.

Bien lo dice el lema: nuevos tiempos, nuevos retos. Y es que la forma de hacer política no es la misma de hace 10 o 20 años. Hoy la era de las tecnologías y las redes sociales ha modificado nuestra forma de interactuar y “conectar”, pero, además, existe el lastre histórico de la incredulidad pública, ese desencanto del pueblo por la política y los políticos, producto en gran medida de malas decisiones y malos personajes.

Así, de cara a los nuevos tiempos, toma sentido y resalta la postura del PRI en la conformación de la agenda pública. Cinco puntos resumen, en gran medida, lo que este partido propondrá como plataforma política:

1. Garantizar los derechos, libertades económicas e instituciones de la democracia liberal. 
2. Crear el Plan Nacional de Infraestructura del Estado mexicano. 
3. Fortalecer las coaliciones electorales y legislativas en las que forme parte. 
4. Ratificar el carácter popular, democrático, progresista e incluyente del partido. Un partido socialdemócrata. 
5. Manifestar el respeto a los asuntos hemisféricos, con nuestros vecinos del Norte, Centro y Sudamérica.

Esos cinco puntos son y serán la base de la próxima oferta política del partido. Un partido que, como bien lo dijo su presidente nacional, Alejandro Moreno, “…encabeza la primera línea de defensa del proyecto histórico de la Revolución Mexicana”.

Sólo así de la mano de los ciudadanos y nuestros líderes, es como lograremos sacar adelante a México. Con un partido fuerte, unido y con causa.

Google News