“Nuestros opositores siempre tendrán respeto 

y nunca los veremos como enemigos”

Andrés Manuel López Obrador

(Discurso de cierre de campaña)

Luego de que el semanario inglés The Economist -el del falso mesías mexicano-, cuestionó el estilo personal de gobernar presidencial, y sus resultados; recientemente apareció el “Manifiesto por la república, la democracia y las libertades”  que contiene como mensaje central: No votes por Morena.

A pocos días de las elecciones es por demás significativo que 480 intelectuales y empresarios coincidan en un posicionamiento público que enjuicia a López Obrador.

Vale la pena destacar la falsa polarización: el presidente o los “neoliberales” (los malos, pues); en realidad existen varias visiones de país.

Cuando se revisa la lista de firmantes se comprueban tendencias ideológicas y políticas diversas –un poco de todo, se diría-, de ahí la importancia de que concurran ahora en preocupaciones comunes. Veamos algunos nombres: Agustín Basave, Alejandro Hope, Claudio X. González Guajardo, Gabriel Zaid, María Marván Laborde, María Elena Morera, Rafael Pérez Gay, Raúl Trejo Delarbre, Ricardo Pascoe Pierce, Ángeles Mastreta, Beatriz Pagés, Eduardo Matos Moctezuma, Enrique Krauze, Federico Reyes Heroles, Francisco Martín Moreno, Gerardo Estrada, Gilberto Guevara Niebla, Héctor de Mauleon, Héctor Aguilar Camín, Jacqueline Peschard, Jorge G. Castañeda, Luis Rubio, y Roger Bartra, entre otros. No se puede, pues, seguir simplificando y decir que los citados son conservadores, fifís o alguna otra etiqueta de esas que con singular alegría atribuye el Presidente para dirigir la negatividad y la descalificación. Eso sí, son críticos, aunque sean identificados reiteradamente como opositores y considerados enemigos; como no iban a ser tratados, según había prometido el mismo López Obrador.

Dice el manifiesto: “Hay momentos cruciales en la vida de una nación y éste es uno de ellos. México se debate entre la democracia y el autoritarismo, entre las libertades y el abuso de poder, entre el conocimiento y la demagogia, entre la responsabilidad y el capricho, entre el federalismo y el centralismo, entre la división de poderes y la presidencia autocrática, entre el camino de las instituciones y el arbitrio de una sola voluntad. Toca a los ciudadanos inclinar la balanza, de ahí la importancia y trascendencia del proceso electoral en curso”. A lo que agregan: “los problemas del país son graves y se están agudizando”.

Entonces, “se necesita vencer en las urnas a la coalición oficialista de Morena y sus partidos satélites para rectificar el rumbo”.

Y denuncian: “El actual gobierno está usando recursos e instituciones del Estado para favorecer al partido del gobierno y el presidente viola la Constitución interviniendo en las campañas, difundiendo propaganda y haciendo escarnio y persecución de opositores. No solo los programas sociales, hasta la vacunación se ha subordinado a su estrategia electoral”.

Proponen cerrar filas con quien tenga mayores probabilidades de vencer desde la oposición a Morena, pues se quiere no solo avanzar “en el propósito común de construir una alternativa viable y atractiva frente al retroceso populista y autoritario, sino también para detener el deterioro político, económico e institucional del país”.

En todo caso, los firmantes ofrecen argumentos en contra de la narrativa del presidente y su partido, por lo cual piden a los ciudadanos votar con sentido estratégico y en contra de Morena.

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