Su carita de niña tímida nada tiene que ver con la fortaleza que muestra en el podio cuando habla sobre el cambio climático y defiende su causa. Se llama Greta Thunberg y es de origen sueco. Me gusta tanto su contundencia como su nula intención de quedar bien. Admiro el valor y la coherencia que tiene a su edad: ¡16 años! Vaya arrojo para enfrentar a los líderes del mundo, a pesar o gracias a que tiene el síndrome de Asperger.

Greta clama que los reiterados desastres naturales con tendencia a aumentar, la deforestación, la polución del aire, la erosión de la tierra, la acidificación de los océanos, la desaparición de insectos y vida salvaje se han acelerado debido a nuestro estilo de vida.

Muchos la tildan de exagerada, consideran que obedece a intereses privados, que está manipulada y demás; sin embargo, se siente en el cuerpo cuando alguien habla desde las entrañas y cada uno de sus discursos lo comprueban. La entrevista que dio a la BBC un viernes que se había salido de la escuela y se encontraba sentada frente al parlamento sueco, con un cartel en las manos que exigía al gobierno actuar, me convenció de escribir esta entrega.

Me impacta saber que su ejemplo ha movido a más de un millón de niños y adolescentes en más de 100 países a unirse a las huelgas escolares de los viernes por el cambio climático. Estamos en crisis y Greta nos invita a actuar con urgencia. Quizá por ignorancia o apatía no hemos puesto de nuestra parte de manera individual. “Necesitan ser temerarios, les pido que despierten y hagan cambios. ¡No me escuchen a mí, escuchen a los científicos!” Es una frase que repite con frecuencia.

“Si vivo hasta los 100 años, estaré viva en 2103, cuando ustedes los adultos piensan en el futuro, no piensan más allá de 2050; no habré vivido ni la mitad de mi vida. Quizá mis hijos y mis nietos un día pregunten: ¿porque ustedes, los del año 2018, no hicieron nada por ellos?” comentó en su plática de Ted.

Para las personas que aún minimizan el cambio climático, les dejo datos irrefutables según la ONU y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

1. El calentamiento global se ha elevado desde 1900, pero lo ha hecho 25 por ciento en sólo tres años, entre 2014 y 2016.

2. El ritmo de extinción del planeta es hoy entre 1,000 y 10,0000 veces más alto que el normal.

3. A diario se extinguen 200 especies en la Tierra.

4. Entre 2015 y 2019 la cantidad de hielo marino se ha derretido seis veces más que lo registrado desde 1979.

5. Las emisiones de CO2 alcanzaron nuevos máximos. La cantidad de gas que ingresó a la atmósfera entre 2015 y 2019 aumentó 20 % en comparación con los cinco años anteriores, es decir, 37,000 toneladas.

“Creo que este es uno de los grandes desafíos morales del siglo XXI, quizás el mayor desafío moral”, comenta el profesor y experto Peter Singer de la Universidad de Princeton. “Si no actuamos, ponemos en peligro a todos los que están vivos ahora y también a las generaciones futuras”. No es poca cosa.

Las acciones individuales cuentan

Por lo pronto, por nuestros hijos y nietos, te invito a reciclar, a evitar el uso de plástico y de popotes, a cuidar los árboles, a usar menos agua caliente, a utilizar el transporte público o la bicicleta, a reducir el consumo de carne, ahorrar energía y cuidar el agua.

“Necesitamos esperanza sí, pero lo que más necesitamos es acción. Una vez que empecemos, la esperanza estará en todos lados. Entonces y sólo entonces la esperanza vendrá”, nos dice Greta.

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